Celia Gruyere.
Nacida en una familia musulmana en Siria, Wafa Sultan ahora vive en los Estados Unidos, donde se convirtió en psiquiatra y donde prohibió la religión. Conocida en particular por sus controvertidas intervenciones en el canal Al Jazeera, ha luchado durante años contra el velo islámico. Vivió escondida varias veces debido a las muchas amenazas de muerte que recibió. Entrevista.
Valores actuales. Naciste en Siria en una familia musulmana. ¿Por qué te liberaste de este ambiente religioso?
Wafa Sultan. Los peces no pueden ver el agua en la que nadan. Durante mi vida en Siria, no conocí la realidad del Islam. El miedo nos impidió tratar de comprender sus enseñanzas o estudiar más la ley Sharia. Mi inmigración a los Estados Unidos me dio la libertad que necesitaba. Aquí es donde comencé a documentarme y revisar los libros de la herencia islámica. A medida que profundizaba, me sorprendió la barbarie de las enseñanzas del Islam. Llegué a un punto en mis reflexiones en el que solo tenía una opción: abandonar esta religión muy rápidamente sin arrepentimientos y sin siquiera mirarme por el espejo retrovisor.
La profundización del conocimiento del Islam me permitió descubrir el secreto del pantano en el que vive la gente en cualquier país musulmán. La terrible injusticia sufrida por las mujeres sometidas a la Sharia islámica me repugnaba. Comprendí aún más la vergonzosa represión sufrida por los no musulmanes bajo los regímenes de los países musulmanes. Entonces, mi decisión de dejar el Islam para siempre fue definitiva.
No solo lo desterré, sino que decidí dedicar mi vida a desenmascararlo y sensibilizar a la gente en mi país y en todo el mundo árabe y musulmán sobre la nocividad de esta religión. Desde entonces, el eco de mi voz no ha dejado de resonar por todas partes. Hoy me doy cuenta de que mi misión y mi compromiso han dado sus frutos. Millones de musulmanes me siguieron. Hoy miles de voces se alzan y no son menos fuertes que la mía.
¿Distingue entre islamistas y musulmanes?
Confirmo sin dudarlo que no hay ninguno y que nunca lo habrá. Durante mis primeros treinta años en Siria, nunca había escuchado la expresión «islamistas» . Estoy profundamente convencido de que fueron los movimientos de izquierda en Occidente los que inventaron este calificativo en el marco de lo que ellos llaman «corrección política».. Se cubrieron el rostro con un velo y el Islam con una cubierta acogedora pero frágil e inútil. ¿Son capaces de encontrar el más mínimo rastro de esta expresión en la Sharia, libros sagrados o referencias islámicas? Claro que no ! Entonces, ¿de dónde lo sacaron? No veo ninguna diferencia entre un musulmán y un islamista.
¿Por qué ve al Islam como una «prisión»? Los musulmanes no lo ven en absoluto como tal …
Sí, es una prisión ya incorporada (o arraigada) en la mente del musulmán. Está cerrado herméticamente por un grueso muro de hormigón armado a modo de «fortín» . Está rodeada de guardias criminales que no dudan en decapitar a cualquier individuo que intente escapar. El musulmán que nace y pasa toda su vida dentro de esta prisión no podrá comprender la naturaleza de la vida en el exterior.
Por tanto, se aferra a ella, porque no sabe nada más. Sin embargo, la era de Internet lo ha cambiado todo. Abrió un agujero en las paredes de esta prisión. Este agujero ha crecido de manera constante durante las últimas dos décadas. Todos los musulmanes de hoy pueden saber cómo viven los seres humanos fuera de su prisión islámica. Es cierto que el proceso de cambio ha comenzado, pero aún a un ritmo lento por las siguientes razones.
Primero, porque la mentalidad que se ha construido y consolidado durante catorce siglos no se puede cambiar rápidamente ni rehabilitar fácilmente. Es un proceso que requiere mucho esfuerzo y tiempo.
En segundo lugar, porque al contrario, están las campañas intensivas realizadas por grupos que tienen un gran interés en mantener el statu quo a toda costa , con el fin de preservar sus intereses, sus privilegios, su patrimonio empresarial. Son el mayor obstáculo en el camino del cambio. Los movimientos liberales e izquierdistas de Occidente son uno de ellos. Con el pretexto de respetar la libertad de creencia, están poniendo palas en las ruedas.
Todos creemos en la libertad de creencias, pero cuando se trata de una ideología criminal, destructiva y terrorista, debemos tener el coraje y la determinación para refutarla, condenarla y prohibirla por la fuerza.
La tecnología moderna y las redes sociales pueden desempeñar un papel eficaz en esta área si se les brinda el apoyo suficiente. Pero lamentablemente, cualquier expresión dirigida a iluminar las mentes de los jóvenes musulmanes, es censurada en las páginas de Facebook y otras redes sociales, siempre con el pretexto de incumplimiento o incompatibilidad con los estándares o criterios de la edición. Por otro lado, las mismas redes abren abiertamente sus páginas a los terroristas, tanto a sus mentores como a sus simpatizantes sin control ni restricciones, para difundir su odio sin fronteras.
Esta es la razón que me hace creer que los diferentes grupos de interés están haciendo y programando enormes esfuerzos para mantener el status quo.
¿Qué te impulsó a luchar contra esta religión?
Estoy profundamente convencido de que todo ser humano en esta tierra tiene una misión que cumplir con los medios necesarios para lograrlo. Era mi destino haber tenido la oportunidad de emigrar a Estados Unidos, donde pude encontrar mi libertad y ejercer mis derechos como cualquier mujer estadounidense. Sin embargo, nunca he olvidado cómo viven las mujeres en mi país. Siento cada día mi responsabilidad hacia ellos como hacia el país de donde vengo.
Por lo tanto, estoy comprometido a seguir adelante y ayudar a lograr el cambio necesario para un futuro mejor para que las generaciones musulmanas mejoren sus vidas y la del mundo en el que vivimos. 