Enrique de Diego.
Ea, ea, ea, la estadista Ana Vega se cabrea. ¡Vaya mosqueo que te has pillao, chacha! Ni te has puesto el canalillo para dar que hablar. Mira, alma de cántaro, tú te puedes saltar todas las normas y reglamentos con los que acojonan desde Madrid, desde el Comité Electoral, que parece la Santa Inquisición, a los demás, pero, por favor, no lo hagas con tanto descaro, aunque te lo consienta todo tu querido amigacho Javier Ortega Smith, ni por esas ganas, que te has pegado un batacazo de los que hacen época, ha de haber sido tan morrocotudo que te han tenido que repetir, so inútil, las elecciones; unas elecciones sin campaña de tu adversario, a ver si así eres capaz, so incapaz.
Digo que te saltas todas las normas y te lo permiten, porque presumes de ser presidenta de Vox y síndico en las Cortes Valencianas, y eso está muy feo; a cualquiera le sancionarían y le echarían de la carrera.
Hablas de «informaciones falsas», imitando a Donald Trump. Te pareces al presidente de los Estados Unidos en que los dos habéis estado infectados de coronavirus. Bueno, tú ya lo has pasado, que te lo pego el tarugán de Javier Ortega Smith de vuelta de Milán, cuando tosía e infectaba a los próximos, que el 8 M no sólo salieron las feministas también Vox tuvo su irresponsable Vista Alegre. Haber, dinos, qué informaciones falsas para que sepamos a qué atenernos. A lo mejor resulta que son verdad, estadista de corta y pega.
Dices que se te acusa de «ilegalidades en los medios de comunicación, por llamarles de alguna manera». Ya nos llamaste subvencionados por el «gobierno socialcomunista» y las risas a mandíbula batiente se oyeron en Sebastopol. Cuando te pones, bordas el papel de payasa. Ahora dices eso de «por llamarles de alguna manera». A nosotros nos da lo mismo lo que nos llames tú, estadista, panfleto, libelo y hoja parroquial, que tienen más dignidad que algunas agencias. Amenazas con «acciones legales». ¡Uy, qué miedo! Si lo llevas tú el caso, no hay color, está ganado, si tú eres una nulidad que confundes delito con falta administrativa, por ejemplo. Aquí te espero comiendo huevos…Tú no cometas ilegalidades, y todos tranquilos.
Hala, a seguir haciendo trampas y juego sucio, como los tuyos que descalifican a Rafael Ramos por «pepero». Ay que risa, tía Felisa. Y Santiago Abascal, ¿qué coños es?