Enrique de Diego.
España se divide en dos. la de izquierdas y la derechas, a cual más gilipollas. Menos mal que hay una tercera España creciente que se suma a la República Constitucional. Para la de izquierdas, tú eres, Amancio Ortega, el objetivo a batir, el oscuro objeto de sus deseos anticapitalistas de pega; la derecha, más tonta ella, está acostumbrada a que si la izquierda dice blanco decir negro. Tú, Amancio, has donado 309 millones de euros en máquinas para la lucha contra el cáncer y la izquierda, que es idiota, compuesta por acémilas, puso el grito en el cielo y la derecha se rompió las manos a aplaudir, que es lo que tú buscabas, que te aplaudieran todos, que te hicieras perdonar tus pecados. Te voy a explicar quién eres: eres un asqueroso globalizador y un lacayo de la tiranía comunista china, esa que nos ha tirado el coronavirus desde el Instituto Virológico de Wuhan. Así que guárdate tus mascarillas porque eres cómplice, de una manera muy leve, del crimen.
Me dirás que no haces más que aprovecharte de las reglas del juego y que esto es la obligación y, según el paradigma liberal, esto es lo globalización que luchar contra ella es luchar contra la ley de la gravedad. Menos lobos, caperucita. Según ese mundo color de rosa de los fatuos liberales: la globalización abarata costes de producción y beneficia al consumidor; además, genera una clase media en origen que pedirá reformas y alcanzará la democracia. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado o a los tontos de Carabaña se les engaña con una caña. El paradigma es una falacia, como tú Amancio Ortega, que pareces tonto y de pueblo, pero te pasas de listo. Destruyes las clases medias españolas, dejándolas sin trabajo, con lo cual realmente perjudicas a tus clientes, llevándoles a la ruina. La clase media china no aparece por ningún lado y no reivindica nada, y si reivindica la mata el Partido Comunista Chino. Negocio redondo para los comunistas y para ti, que eres su lacayo amoral.
Así que, maldita Zara, no tienes más dignidad que los industriales nazis que se enriquecían con los campos de trabajo; ese eres tú, alma de cántaro. Zara se debía escribir en caracteres chinos y pagar aranceles. El libre comercio puede hacerse entre iguales o semejantes, entre países europeos, que respetan los derechos humanos y tienen derechos laborales; ahí la libertad de mercancía puede funcionar, pero con dumping laboral, favoreciendo a la peor tiranía, es una macarrada y una indignidad. Así que te llamo macarra e indigno; antipatriota, por supuesto. Hay que cerrar Zara o ponerle aranceles abusivos que te arda el pelo y luego si quieres regalar máquinas contra el cáncer, bienvenidas sean, pero no a costa de nuestro dolor y nuestra ruina, y del trabajo esclavo de los chinos. La globalización no funciona, es una engañifa, está herida de muerte. Así que metete tus donaciones por tu orondo esfinter y paga los impuestos, con eso basta.