Luis Bru.
Toda mafia que se precie ha de tener varias jueces en nómina. Al Capone tenía una gran variedad de ellos. El clan Ariza no ha sido elevado a la categoría de mafia, todo se andará; por ahora se queda en clan, Los Ariza tienen en nómina al excéntrico y bon vivant juez de lo Mercantil, titular del juzgado número 2, Andrés Sánchez Magro, el que fuera el «Gato gourmet». Magro afirmaba ser acreedor de Julio Ariza en los tiempos del concurso de acreedores y resuelto de la manera más escandalosa para que Julio Ariza siga al frente de su chiringuito televisivo, con la tapadera de Farnesio Ventures. El Juzgado de lo Mercantil número 11 colinda con el 2, y algunas fuentes sitúan a Sánchez Magro en el enjuague.
Este curso Andrés Sánchez Magro tiene programa en Radio Intereconomía, con la que resultó agraciado Julen Ariza, los domingos de 22 a 23 horas. Titulado «El diario de los negocios raros» y es «un magazine sobre libros, novedades literarias, premios, entrevistas con autores y libros raros». El «negocio raro» lo tiene bien cerca, ante sus propias narices, y no es ajeno a él y nos lo puede contar: cómo puede ser, cómo se hace para que; concurso de acreedores por medio, Julio Ariza siga con Intereconmía-El Toro Tv y el clan Ariza continúe con Radio Intereconomía, sin pagar a sus acrredores. Sánchez Magro sabe que eso es un alzamiento de bienes como un castillo.
Andrés Sánchez Magro figura también en la presentación del Instituo Superior de Sociología, Economía y Política, traslación a España de la iniciativa francesa de Mario Maréchal Le Pen, que no sabe con quien se juega los cuartos en España. Del juez en nómina se afirma en la versión oficial que «sus críticas literarias y enológicas, por televisión, radio e Instagram, así como sus sentencias sobre el fútbol, Blablacar o Uber, no dejan nadie indiferentes». El «Gato gourmet» se pasa de listo y sirva esto de aviso para lo que ha de venir.
Vox, chiringuito del clan Ariza
Cada día es más evidente que Vox es el negocio en comandita de Santiago Abascal, que ya tiene mansión como Pablo Iglesias, a pesar de las dificultades económicas que arrastraba hasta hace dos años, sus cuatro hijos y sus dos mujeres, con el clan Ariza. Tras poner en marcha Solidaridad, el sindicato controlado pro Gabriel Ariza y Tizona Comunicación, como nuevo chiringuito con el conseguir subvenciones, y jugar al juego de moda, el pilla-pilla presupuestario, ahora el clan pone en marcha un nuevo chiringuito, la Fundación Disenso, en la que no se cortan y ponen un empleado de Gabriel Ariza, Jorge Martínez Frías, exasesor de Esperanza Aguirre con un sueldo de 52.000 euros. O sea, casta parasitaria de la peor especie. Los Ariza se están pasando de listos y, como el frívolo juez Andrés Sánchez Magro, no dejan a nadie indiferentes.