Enrique de Diego.
Vaya, qué pequeño es el mundo, si resulta, Josè Antonio Vera Gil, si resulta que vas para el cuadro de honor de los corruptos, apuntabas maneras. La Fiscalía ha denunciado al expresidente de EFE José Antinio Vera y a uno de los sindicalistas que negociaron el ERTE de la agencia en 2012, Carlos Ponce Domínguez, por un delito contra la Administración pública. La denuncia aborda una serie de contratos que EFE otorgó a Ponce por valor de un millón de euros después de que este participara como asesor de UGT en la aprobación del ERTE. Según sostiene la Fiscalía, «la forma en que se producen las contrataciones y la ausencia de prueba del valor real de los servicios efectuados en contraprestación con el dinero percibido» pueden haber ocasionado «un perjuicio patrimonial en la Agencia EFE por parte de quien tenía encomendada la dirección de la misma José Antonio Vera Gil». Mangante. Un clásico: comprar a un sindicalista de UGT para sacar adelante el ERTE en el que está de asesor el tal Ponce.
Estabas en el club de los hooligans de la selección que fue al Mundial de Brasil con la amiga Iberdrola, pero me dijiste que tú eras el único que te habías pagado el viaje. Todavía estoy por ver los billetes. Habrá que creerte, porque eras más agarrado que un chotis. Ahora estás de director de publicaciones de La Razón, con el tío Marhuenda, que cada vez hace mejor el papel de bufón y el de payaso, cualquier cosa menos de periodista. Director de publicaciones, para que lo entienda la gente, suena muy exquisito pero es para no hacer nada, andar de brazos cruzados y que te paguen por los servicios prestados. Repartiendo cacerolas vendéis algún ejemplar, porque el periódico no tiene ningún interés, como tú, y desde que el poquita cosa Francisco Marhuenda, que todavía está sorprendido de que la diosa fortuna le haya puesto de director de un bodrio como La Razón, poniendo groseras faltas de ortografía, y no habiendo hecho una noticia en su mediocre vida, no sé de que se sorprende, le han puesto porque es una nulidad y hace mal que bien de mamporrero de Mauricio Casal. Tú, Vera Gil, no haces de nada, bastante tienes con todas las enfermedades que padeces, nunca se te ha visto reírte y una vez que lo hiciste pareciste una hiena.
Apuntabas maneras de corrupto o corruptillo, ante de comprar al Carlos Ponce por un millón de euros del presupuesto, del sufrido contribuyente, que ya está hasta los mismísimos de estas trapisondas y estos enjuagues, y de tortuoso cuando enseñabas los anónimos que mandabas contra otra gente del PP para favorecer a tu primera esposa, concejal en Colmenar.O cuando, como redactor jefe de Delegaciones, te negabas a dar páginas a la de Alicante por puros celos, porque no soportaba que hubiera aumentado la tirada más del doble a base de hacer periodismo. Rastrero siempre has sido un rato, como cuando te dejabas dar collejas por la nulidad de Joaquín Vila con mohines de bufón maltratado o cuando le acompañabas, bien colocado, pensando que todas querían follar con él, delirios de violador en estado de coma etílico. Después de haber taladrado a su bajeza de España, Catalina Luca de Tena, Cata, la musa postmoderna de Federico, musa, musaraña. Aunque batisteis el nivel de seres rastreros cuando Joaquín Vila y tú, mediocre que espanta José Antonio Vera Gil cuando os fuisteis a Valencia a pedirle a Eduardo Zaplana que pidiera mi cabeza, no cabe más vileza, o cuando escribiste tú la cara infamante porque Blas Gómez Cuartero, alias Blas de Peñas, no tiene estudios, salvo los primarios, y sigue sólo sufriendo su pasión rumana, que el pobre tenía que esperar como alma en pena a que se la trajinara su numerosa clientela. Escenas de sainete.
Sé que me mancho las manos de mierda escribiendo sobre ti, y que no le interesas a nadie, salvo por listo Calixto que la Fiscalía te acusa de corrupto y corruptor y el paisanaje está hasta los mismísimos testículos de tanta gentuza como ha expoliado a España, tú, a lo que se ve, entre ellos, aunque ya apuntabas maneras cuando provenías del Partido Socialista Andaluz. Va llegando la hora de que la justa ira del pueblo español haga un limpieza con vosotros, los corruptos, Vera Gil.