A pocos días de las elecciones en Galicia salta de nuevo el escándalo que azota a Vox en esa comunidad autónoma en la cual no presenta candidato a presidir la Xunta de Galicia aunque presentan cuatro candidaturas por las cuatro provincias gallegas.
Centrándonos en la candidatura por La Coruña que encabeza Ricardo Morado Fajardo desplazando hasta el puesto número 11 a Miguel Ángel Fernández López- presidente de la actual gestora- y candidato en los comicios anteriores al congreso de los diputados donde no obtuvo representación, nos encontramos con el número 8 Pedro Pablo López Candal que fue en su momento candidato a la alcaldía de Sada- pueblo costero gallego- con antecedentes penales. La formación de Santiago Abascal deja claro en sus estatutos que los candidatos deben de carecer de antecedentes penales, esto en Galicia no se da como le mostraremos a lo largo de este artículo.
Pedro Pablo López Candal se acerca como colaborador muy cercano del área de Sada y el comité ejecutivo provincial -ya disuelto- comete el error de confiar en esa persona. A pesar de esto, el personaje ha ido ganando responsabilidades hasta llegar a la candidatura a la alcaldía de Sada como cabeza de lista y conseguir ser coordinador de ese pueblo.
Actualmente es uno de los hombres de confianza del actual presidente provincial de la nueva gestora Miguel Ángel Fernández López y hasta el momento ha sido el representante ante la Junta Electoral Provincial.
Ya en su momento y por escrito militantes de La Coruña comunicaron tanto al presidente de la actual gestora como al comité ejecutivo nacional- concretamente al departamento de organización que dirige Tomás Fernández- de serios problemas en La Coruña. Aún así, la directiva nacional no tomó medida alguna.
Nos hacen llegar que una de las razones fundamentales del desapego de la afiliación aquí ha sido que la confianza que ha depositado en Pedro Pablo López Candal, el presidente del actual gestora, Miguel Ángel Fernández ha acabado por colmar la paciencia de los afiliados que se han vistos abandonados por la dirección nacional.
Este medio ha tenido acceso a unas grabaciones en las cuales Pedro Pablo López Candal admite haber falsificado firmas en las anteriores elecciones municipales con el argumento de que: “aquí nos conocemos todos“. El ansia de querer hacer una lista en Sada rápido y corriendo fue el desencadenante de que una de las personas- de la que tenemos constatado su firma falsificada -haya protestado remitiendo un escrito denunciando esta situación ante la Junta Electoral en ese momento, pero fuera de plazo. Les mostramos el documento escrito por la persona afectada.
También en el Hotel Almirante de Ferrol, donde se produjo la comida navideña de Ortega, ha tenido que ser abierta al público por falta de aforo debido a la actitud negativa que esta gestora ha tenido con muchos afiliados que se querían apuntar y no han podido. Hubo también un altercado debiendo intervenir la policía, ya que Pedro Pablo López Candal, en el hall del hotel, empujó a un asistente al acto para evitar su entrada.
Muchos simpatizantes de la formación en La Coruña están consternados por la manera de actuar de López Candal y con la pasividad de Miguel Ángel Fernández, presidente de la gestora de La Coruña.
A continuación, damos cuenta de los antecedentes penales del número ocho de Vox por La Coruña al Parlamento de Galicia ante la guardia civil:
* 23-09-2011: Imputación delito de alcoholemia superando el 0,5- doble de lo permitido-
* 10-07-2013: Delito de conducción de un vehículo por no disponer del carnet por retirada de puntos por sentencia judicial, además de delito de quebrantamiento de condena por ser reincidente en alcoholemia al volante.
* 06-10-2019: Discusión vecinal
* 16-12-1919: Denuncia por amenazas.
Ante la Policía Nacional:
* 14-07-2017: Coacciones y malos tratos físicos.
* 06-09-2017: Amenazas
Difícil remontar toda esta situación que puede convertir al partido de Santiago Abascal en Galicia en residual.
Santiago Abascal se cansa de decir que si localizan a este tipo de personas las apartarán, pero lo cierto es, que en este caso ha fallado toda la estructura del departamento de organización que dirige el diputado Tomás Fernández, desde la sede de Vox en Madrid, ya que siendo conscientes-según los militantes- y por escrito, de los temas que afectan a este personaje, miraron hacia otro lado.