Javier de la Calle.
El descaro del alcalde de Galapagar supera todas las expectativas en una entrevista publicada el lunes pasado donde vuelve a faltar a la verdad e insulta la inteligencia de sus vecinos, como hizo con la entrevista sobre la destitución de la concejala de Asuntos Sociales y que este digital refutó y demostró que mentía.
En esta nueva tomadura de pelo, esperemos que sea eso y no un trastorno de la personalidad que sería más preocupante, nos cuenta que desde el 11 de marzo ha estado en la calle y junto a los más desfavorecidos, pero olvida que tras un artículo de Rambla Libre apareció tras semanas sin saber de él.
No alcalde, quien estuvo al pie del cañón hasta contagiarse de COVID-19 fue la concejala Raquel Lafuente, esa que usted ha destituido porque no aceptó las pretensiones de la concejala ególatra de Cs Pilar García y que ya demostramos en este digital.
Cuente que, desde la destitución de la concejala, no se ha vuelto a dar tarjetas para Mercadona a las familias desde el 21 de mayo, que no han llevado la comida a los ancianos o los problemas no resueltos del punto de viogen.
¿La UME? Tardó usted un mes en avisarles, aún con las residencias necesitando la ayuda desde el 15 de marzo.
Respete a sus vecinos, estas mentiras tienen las patas muy muy cortas. Deje de hacer el ridículo y dimita, no ha estado ni está a la altura de lo que debe ser un alcalde ni los vecinos merecen un personaje como usted al frente.