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Fascioprogresismo

Redacción




Isabel Valero.

“Los fascistas del futuro, se llamarán a sí mismos antifascistas” adaptación de la frase atribuida al senador Huey Long cuando en 1937 dijo” cuando el fascismo llegue a América será llamado
antifascismo”.
Lo que se pretende con este artículo es hacer un análisis comparado de los elementos heredados
de los movimientos políticos del siglo XX, en este caso del fascismo y comunismo, sin entrar hacer una valoración del mismo, solo exponer las similitudes y herencias. El legado gramsciano nos ha dejado el concepto de hegemonía cultural, más que nunca y en estos 42 años han ido instalando ese “orden nuevo” o violencia simbólica como lo denominó el sociólogo Pierre Bourdieu, se aplica de una manera inconsciente al no ser física ni directa, con lo cual el
dominado es cómplice del sometimiento. En la conquista de la hegemonía el grupo dirigente
ejercita la función de dirección intelectual, medios de comunicación, instituciones educativas y
control del sistema legal, Gramsci los llama “infiltrados orgánicos”, y una vez lo conquista pasar a ejercitar el poder por el grupo dominante.
Mientras han tenido el poder y control, el lenguaje era más moderado, pero con la pérdida del
consenso y la entrada de Podemos que son hijos de ese orden instalado desde la Transición, se ha vuelto más evidente y hemos podido ver el resultado de cómo ha calado en la estructura social de España.
Podemos recordar el vídeo de como Errejón llamaba a infiltrarse en las instituciones públicas en
caso de que no ganasen las elecciones para no perder poder.
Podemos analizar los discursos de Iglesias como utiliza técnicas ampliamente estudiadas. La teoría crítica de la escuela de Frankfurt, creo una escala para medir la “personalidad autoritaria”
donde pretendía valorar hasta qué punto una persona podía ser propensa al fascismo, sin entrar
en valoraciones de sí es un estudio objetivo y sin analizar el sesgo, los podemitas y en especial
Iglesias, entrarían en esa escala “F” (Fascista).
También podemos aplicar al analizar sus intervenciones como aplica en sus discursos los 11
principios de Goebbles: toda propaganda debe ser popular acaparando su nivel al menos
inteligente…la masa olvida pronto; número pequeño de ideas repetidas incansablemente; construir argumentos; globos sondas o informaciones fragmentarias; acallar cuestiones de las que no se tienen argumentos; ayuda de medios afines; operar a partir de una mitología nacional o un complejo de odios o prejuicios tradicionales (aquí le sale hasta urticaria), convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”. Como vemos para el progre estos principios son la biblia o manual del buen “antifascista”.
Pero el director de orquesta de esta amalgama de totalitarios vestidos de demócratas, es el
sistema de gobierno, el Estado de partidos, recordar de dónde viene, el fascismo vino a sustituir a las monarquías liberales que no estaban dando respuesta a las transformaciones sociales y
políticas, sistemas proporcionales que dieron la entrada a Hitler y Mussolini, sistemas basados en la identificación e integración. La utilización del partido único para regular todas las áreas de la vida social, política y privada, como las leyes de raza, si hacemos un ejercicio de analizar lo que está pasando en la actualidad, vemos el revisionismo de esos puntos en la actualidad, leyes de ideología género, de cómo se debe pensar, de cómo debemos actuar en nuestra intimidad
(proyecto de ley de libertad sexual), de memoria histórica (hecha a su manera), control casi
absoluto del sistema legal. etc.
En los años 50 en Europa después de la guerra con la victoria de los aliados se recupera el
sistema proporcional, hay que hacer un recordatorio los partidos socialistas en Europa era la única manera que tenían de tocar poder, pues no alcanzaban por sí solos gobernar, necesitaban el “consenso”.
Volviendo a España, se sustituye un solo partido por varios, con una constitución sin separación de poderes, y con un acceso a la modificación rígida y por la “voluntad” de los partidos políticos, la representación del ciudadano está anulada, no puede elegir a nadie, solo a candidatos
preseleccionados, ¿qué diferencia existe entonces de votar en una dictadura o en esta
democracia? NINGUNA.
¿No está todo integrado en el Estado y todo pasa a través de él, con los partidos como correa de
transmisión?, partidos, sindicatos, justicia, medios de comunicación, economía, no hay nada que escape a su control e integración.
Con todo lo expuesto tenemos la tormenta perfecta, todos los elementos que definieron a sistemas no democráticos adaptados al siglo presente, pero con una amalgama que se convierte
fasciocomunismo 4.0.
“Todas las teorías de la emancipación que surgieron después de la revolución francesa que han
pretendido fundar un orden nuevo son totalizadoras”. Dalmacio Negro Pavón.