Javier de la Calle.
Fuentes de Ciudadanos dan por hecho un escenario político de moción de censura con el PSOE y Más Madrid, pero consideran que no se producirá de manera inmediata, sino en el horizonte de «cinco o seis meses». Aducen para ello el acuerdo de Inés Arrimadas con Pedro Sánchez, «Ciudadanos ha cambiado de aliado», entienden que eso tendrá consecuencias en las autonomías en que gobiernan con el PP. «Si el PSOE rompe con los separatistas y minimiza a Podemos en el Gobierno, Ciudadanos seguirá la línea con el PSOE y a Pedro Sánchez le conviene de cara a Europa, donde Ciudadanos es un partido presentable».
Isabel Díaz Ayuso, acosada por el presunto caso de corrupción del apartotel que se ha dado a conocer con su infección de coronavirus, propiedad de Kike Sarasola, quien habría recibido trato de favor en adjudicaciones, y por haber contratado por 25.000 euros a dedo con Caelum Producciones SL, la empresa del falso héroe Cake Minuesa, para hacer vídeos sobre el coronavirus, no las tiene todas consigo: «hablan mucho pero también dicen que ayer algunos de sus dirigentes decían que eso ahora mismo no lo contemplamos».
Ciudadanos, que en la encuesta para Abc de GAD3, se torna irrelevante, ha de jugar sus cartas para colocarse y buscar salidas personales en esta legislatura. Pesan las pésimas relaciones entre Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado, que rozan el odio por parte de este último. Se tensaron mucho con el nombramiento de Miguel Ángel Rodríguez y han empeorado con la gestión del coronavirus, cuando Isabel Díaz Ayuso quitó la competencia de las residencias de ancianos a la consejería de Asuntos Sociales, de Alberto Reyero, de Ciudadanos. «Así no se puede continuar mucho tiempo», señalan las fuentes de Ciudadanos. Lo cierto es que Ignacio Aguado se dedica a hacer la oposición desde el Gobierno. «Se siente más cómodo con la izquierda, es un veleta y un manojo de complejos; más que Aguado, es PaniAguado», apuntan fuentes del PP.
Tiene fama de hombre sin convicciones y de traidor. Antes de las elecciones propició el fichaje de Ángel Garrido, el sustituto de Cristina Cifuentes, que renunció a ser el número 4 en la lista al Parlamento Europeo y aceptó ser el número 13 en la de Ciudadanos a la Asamblea de Madrid, por despecho al no haber sido el candidato del PP a la presidencia. Ignacio Aguado presentó el fichaje como «uno de los mejores del PP», partido que «se desinfla». Una de las traiciones más publicitadas y sonoras de los últimos tiempos.