Luis Bru.
¡Quién te ha visto y quién te ve, Julio Ariza! ¡Cuándo le hacías el juego sucio a Mariano Rajoy, ni más ni menos, a maricomplejines! ¡Cuándo promocionabas el 15 M dándolo en directo las 24 horas del día, porque iba a dividir a la izquierda y le iba a dar el poder al PP para los restos! Pero tú máximo servicio a la causa pepera fue llevar a El gato al agua a un desconocido profesor de la Facultad de Políticas, Pablo Iglesias, y darle toda la cancha hasta lanzarlo al estrellato. ¡Y ahora te quejas de que la izquierda «es rencor y envidia» y del peligro comunista!
En vez de darte dinero, deberías tú vender tu chalet mallorquín y el dinero de la venta repartirlo entre todos los españoles por el daño que has hecho. Ahora que te has hecho omnipresente en tu televisión, que las puesto un toro, y engañar pareciendo que es Intereconomía, y sales en plan telepredicador, y das «la lata», que tú mismo lo reconoces, con el Club de Amigos de no se sabe quien, y dices que «estamos encadenados a nuestros espectadores», pero no te das cuenta, alma de cántaro, qué son ellos los que van a tener que recibir donaciones para poder comer, porque tú te has movido tarde.
Así que María, la presentadora, dice que «a veces parece que predicamos en el desierto», porque te falta audiencia, que las clases medias las dejaste de la mano y las han proletarizado y ahora las están dando la puntilla. No consigues vivir de gorra, ni lo vas a conseguir nunca, porque la buena gente está arruinada. Resulta que tienes a José Javier Esparza de autónomo, de falso autónomo.
Y, por cierto, tienes al personal técnico al borde del motín, con eso de obligarles a ir a trabajar, sátrapa.