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«Será un castigo mayor que el diluvio, tal como nunca se ha visto antes»

Redacción




Enrique de Diego.

La Editorial San Román (C/ Zurbano 65, 3º Izda, 28010 Madrid, Tfno. 91 308 65 93, editorialsanroman@gmail.com, www.editorialsanroman.com) ha prestado un gran servicio a la Humanidad con la publicación de este fundamental y decisivo libro, «Madre de Dios y Madre nuestra», sobre Fátima, Ámsterdam y Garabandal, de Santiago Lanús, que esta magníficamente escrito. En esta segunda edición, cuenta con un prólogo del prestigioso Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá de Henares, Javier Paredes, en el que describe como la Virgen María, Nuestra Madre, ha decidido intervenir en la historia, apareciéndose en distintos lugares, para avisarnos.

Lo importante del libro, estando magníficamente escrito, reitero, es el fondo, los mensajes de la Virgen e inequívocamente hablan de un castigo divino sin parangón, ni comparación posible, si no hay arrepentimiento y enmienda, y ahora veremos que no la hay. Conviene muy mucho leer el libro, y dar a conocer, para abrir boca, este artículo. Sobre las apariciones de Fátima en 1917 está dicho todo, pero hay anécdotas sustanciosas como los tres niños, Lucía, Francisco y Jacinta no sabían a qué se refería la Virgen cuando hablaba de «Rusia se convertirá» o extenderá sus errores por el mundo. Es decir, no sabían si Rusia era una burra, literal. Capítulo muy interesante para conocer todos los avatares hasta la consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María, que llevó a cabo el gran San Juan Pablo II. No se hizo caso a la Virgen y devino la segunda guerra mundial.

Las de Amsterdam tuvieron lugar entre 1945-1959 a la vidente Ida Peerdeman, una laica piadosa y soltera, en la que María pide la devoción pública a la advocación a Nuestra Señora de los Pueblos y que se proclame como dogma el de María Correndetora, Medianera y Abogada. Y que se difunda y rece la oración. «Señor Jesucristo, Hijo del Padre, manda ahora tu Espíritu sobre la Tierra. Haz que el Espíritu Santo habite en el corazón de todos los pueblos, para que sean preservados de la corrupción, de las calamidades y de la guerra. Que la Señora de todos los Pueblos, la Santísima Virgen María, sea nuestra Abogada. Amén». Las apariciones abundan en profecías cumplidas, como la fecha exacta de la muerte del Papa Pío XI, el triunfo del comunismo en China, el Concilio Ecuménico Vaticano II o la llegada del hombre a la Luna. Las apariciones han sido reconocidas por la autoridad eclesiástica. Se anuncian ya castigos si no se cumplen los designios de la Virgen.

Las apariciones de San Sebastíán de Garabandal tuvieron lugar a cuatro niñas entre 1961 y 1965, y a título anecdótico la autoridad eclesiástica ha establecido reparos, pero cuenta con el aval del padre Pío y de la madre Teresa de Calcuta, dos de los grandísimos santos de nuestra época. El Padre Pío, en uno de sus fenómenos frecuentes de bilocación, asistió a la pequeña aldea santanderina  y vio el Milagro antes de morir. Dos son los aspectos que quiero destacar de Garabandal, la frase dicha por el Angel, porque a la Virgen le daba mucha pena, de que «muchos cardenales, obispos y sacerdotes llevan a muchas almas a la perdición». Eso en los años 60 sonaba muy raro, porque la Iglesia aún estaba fuerte y sana, pero visto los casos de pederastia que afectan a obispos y cardenales y el escándalo -más le valiera atarse una rueda de molino al cuello- consiguiente, y las defecciones y apostasías dentro del clero, sólo cabe decir Amén. Y la otra cuestión «es la poca importancia que se da a la Eucaristía». A la vista está: grave descuido en la Liturgia, innumerables Comuniones sacrílegas sin antes haber Confesado, pues el Sacramento de la Penitencia está en grave desuso, Iglesias cerradas donde no se puede hacer la visita al Santísimo, toma de la Sagrada Forma sin el debido respeto…Es penoso y terrible.

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Garabandal establece una concatenación de Aviso, Milagro y Castigo. El Aviso será un juicio universal a todos los vivos en que verán sus vidas y sus pecados tal como los ve Dios y para todos será insoportable, algunos pueden morir de dolor. El Gran Milagro será una especie de segundo aviso, una manifestación de la Omnipotencia de Dios que verán todos. Y si no hay enmienda, vendrá el Castigo, manifestación de la Justicia de Dios, claramente de Dios, no una guerra nuclear o algo así. Está lucha se da en los corazones y las armas predicadas son el Santo Rosario y la vida Eucarística.

Todas las apariciones están relacionadas y todas avisan del Castigo por los pecados de los hombres. Está también Medjugorje, que no se trata en el libro, que nos transmite una concatenación similar: tiempo para la conversión y la penitencia, y en caso de que no, Castigo terrible por la mano de Dios.

Ha habido otras intervenciones en la vida de sus hijos, los hombres, en Laus, Francia, 1664-1718, Winsconsin, Estados Unidos, 1859, en Akita, Japón, 1973-75, en Kibeho, Ruanda, 1981-1989. Todas ellas autorizadas por la Iglesia. Me voy a detener en las dos últimas. En Kibeho, Ruanda, la Virgen María se aparece bajo la advocación, en lengua local, como «Madre del Verbo» o «Madre de Dios». La primera vidente es Alphosine Mumureke, de 16 años; la segunda, Nathalie Mukamazimpaka, de 17 años; la tercera, Marie Claire Mukamgango, de 21 años. La Virgen se apareció a otras personas, a una musulmana, que se convirtió, y un pagano, al que Nuestro Señor Jesucristo le enseñó el Padrenuestro y el catecismo. Pero sólo han sido aprobadas las de las tres primeras. La Virgen avisa de que o Ruanda vuelve a Dios o habrá grandes calamidades. El 15 de agosto de 1982 «les mostró imágenes terribles. Durante ocho horas vieron escenas aterradoras de personas matándose unas a otras, un río de sangre, cadáveres abandonados sin que nadie les diese sepultura. Vieron los cuerpos sin sus cabezas, decapitados. Los videntes lloraban y lloraban y los testigos alrededor se quedaron con una impresión inolvidable de temor y tristeza».  Las advertencias de la Madre de Dios se cumplieron. Entre 1994 y 1995 se desató la masacre de los tutsis por los hutus, a machetazos. Murieron 800.000 personas asesinadas. Entre las víctimas, 3 obispos y más de 400 sacerdotes y religiosos. Se dice que la familia de Alphonsine fue asesinada y ella pudo refugiarse en el Zaire. Se piensa que Marie Claire y otros videntes fueron asesinados.

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Alphonsine dijo que la Virgen vino a preparar a la humanidad para la segunda venida de su Hijo: «El mundo está llegando a su fin. El regreso de Jesús está muy cercano…La Reina de los Ángeles viene a aconsejarnos que nos preparemos para la venida de su Hijo. Tenemos que sufrir con Jesús, rezar y ser apóstoles para su venida».

Monasterio de Akita.

En Akita, Japón, 1973 y 1975, las apariciones también han recibido la aprobación de la Iglesia. Esta aparición es continuación de la Señora de todos los Pueblos de Ámsterdam. De hecho, la imagen de la capilla donde tuvieron lugar los fenómenos sobrenaturales es una réplica de la imagen de Ámsterdam. La vidente es un monja llamada Agnes Katsuko Sasagawa. Fue sanada de sordera, lo cual se verificó no tener explicación médica. También recibió los estigmas. El 12 de junio de 1973 la hermana Agnes oraba en su convento en la aldea japonesa de Akita, cuando observó rayos brillantes que emanaban del Tabernáculo. El mismo milagro se repitió los próximos dos días. El 6 de julio, la imagen de la Virgen le habló. La imagen en varias ocasiones goteó sangre.

El 13 de de octubre de 1973, en el último mensaje, la Virgen profetizó, en plena concordancia con lo anunciado en Fátima y Garabandal, que «Como te dije, si los hombres no se arrepienten y mejoran, el Padre infligirá un terrible castigo a toda la Humanidad. Será un castigo mayor que el diluvio, tal como nunca se ha visto antes. Fuego caerá del cielo y eliminará a gran parte de la Humanidad, tanto a los buenos como a los malos, sin hacer excepción de sacerdotes ni fieles. Los sobrevivientes se encontrará tan desolados que envidiarán a los muertos. Las únicas armas que les quedarán serán el Rosario y la señal dejada por mi Hijo. Cada día recita las oraciones del Rosario. Con el Rosario, reza por el Papa, los obispos y sacerdotes. La obra del demonio infiltrará hasta dentro de la Iglesia de tal manera que se verán cardenales contra cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me veneran serán despreciados y encontrarán oposición de sus compañeros…, iglesias y altares saqueados; la Iglesia estará llena de aquellos que aceptan componendas y el demonio presionará a muchos sacerdotes y almas consagradas a dejar el servicio del Señor. El demonio será especialmente implacable contra las almas consagradas a Dios. Pensar en la pérdida de tantas almas es la causa de mi tristeza. Si los pecados aumentan en número y gravedad, no habrá ya perdón para ellos».

Impresiona ver cómo se está cumpliendo ante nuestros ojos el mensaje de Akita: defecciones, apostasías…Cardenales contra cardenales, obispos contra obispos, los que veneran a la Virgen, en efecto, son despreciados. Lo vemos todos los días. Se ha hecho el paisaje cotidiano. No hay más que abrir la ventana. La copa está rebosada, que contaron las videntes de Garabandal.

A rezar y cambiar de vida, nos va mucho en ello. Ven, Señor, no tardes.