Luis Bru.
Libertad Digital SA es una empresa que sirve para financiar a Federico Jiménez Losantos. Según nuestro panel de expertos –directivos de empresas y contables experimentados- la elevada subcontratación -4,5 millones- y el elevado endeudamiento interno de las otras empresas, “sociedades instrumentales”- con la matriz tienen como principal destinatario a Losantos.
Según nuestros expertos, uno de los objetivos de la ampliación de capitales en curso, restringida a los accionistas actuales, podría ser que Losantos capitalizara deuda mediante acciones, con lo que incrementaría su paquete accionarial. Posteriormente podría lanzar ampliaciones abiertas para capitalizar la empresa respecto al circulante; operaciones de pura y dura tesorería. Libertad Digital ya anuncia su voluntad de proceder a ese tipo de operaciones acordeón. Nuestros expertos consideran que Losantos no puede permitirse el escándalo de que Libertad Digital SA quiebre por lo que conceden credibilidad a la suposición de que Losantos cubra buena parte de la ampliación con su propio dinero.
Nuestros expertos consideran que si el día de mañana se demostrara que Losantos ha estado cobrando cantidades desproporcionadas con respecto a la situación de la empresa entonces entraríamos en un supuesto de administración desleal, similar al perpetrado por Narcis Serra en Caixa Catalunya. En ese caso, las responsabilidades penales corresponderían a todos los miembros del Consejo de Administración. Se trata de un grupo humano completamente afín a Losantos: Luis Herrero Tejedor Algar, Dieter Brandau Hevia, Emilia Landaluce Galbán, Análisis y Estudios Inmobiliarios SL, Javier Somalo Martín, Edificios Galem SL Representante: Arturo Alemán Gasco. Y el secretario: Luis Rodríguez Madrid.
Análisis y Estudios Inmobiliarios SL tiene como accionista a Miguel Rosa Morán. Se encuentra en concurso de acreedores; el administrador concursal es José María Lamo de Espinosa y Michels de Champourcin. Edificios Galem SL es una empresa familiar en la que figuran como administradoras María Amparo Gasco Jiménez e Isabel Gasco López, con Arturo Gasco Alemán como apoderado.
Estamos, según nuestros expertos, ante una autocracia: La empresa está personalizada tanto en el producto como en la gestión empresarial.
De hecho, no hay equipo. La salida de César Vidal puso fin a la última oportunidad de ahormar un equipo. Luis Herrero es un comunicador de prestigio, pero es el único y a cierta distancia. Dieter Brandau ha ido mejorando, pero es un segunda fila que vive a la sombra de Losantos. Diversas fuentes coinciden en que se ha centrado en el programa y se ha desatendido de la empresa. Javier Somalo, director general, lleva tiempo encerrándose en el despacho sin tener relación con el personal de una empresa a la deriva.
Todo el funcionamiento sugiere debilidad empresarial. La autocracia no se restringe al ámbito mediático sino que incluye a la gestión empresarial. Ni el Consejo de Administración ni la Junta de Accionistas funcionan como tales. Son simples nombres. Nadie lleva la contraria a Losantos, el amado líder, ni le pide explicaciones. No hay accionistas sino fans.
No hay corrección de errores en la toma de decisiones empresariales. Los mismos fallos de estructura y de gestión se vienen repitiendo año tras año. Por ejemplo, se ha seguido aumentando personal.
El funcionamiento sugiere un alto componente de relativismo moral, como en la aceptación de 400.000 euros en primera ampliación de accionistas financiados por la caja B del PP, pero también en la inversión de Francisco Hernando, el Pocero, obtenida mediante la intermediación de Eduardo Zaplana, hoy en prisión preventiva en la cárcel de Picassent. El Pocero parece haberse desprendido de sus acciones, como también Mauricio Toledano, hijo del que fuera presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, quien tuvo un puesto en el Consejo de Administración.