Enrique de Diego.
Hoy comienza el juicio contra Miguel Bernad, hoy se sienta un inocente en el banquillo. El primer tramo del juicio está dedicado a cuestiones previas, porque en el caso de Miguel Bernad se han cometido todo tipo de irregularidades, desde escuchas ilegales, hasta la actuación de las cloacas del Estado. Hay el 90% de posibilidades de que termine ahí todo lo que inició el juez Santiago Pedraz, tan amigacho de Baltasar Garzón.
Si continuara el juicio, en materia de extorsión, que es el delito por el que se juzga, ¿dónde está la extorsión? ¡Si no conoce a la inmensa mayoría de los testigos! ¡Si no se ha lucrado ni un euro de su limpia lucha contra la corrupción! Le han buscado cuentas corrientes en paraísos fiscales y nada. Le han mirado por todos lados, le han registrado su casa, encontrando como botín doscientos euros. Todo mentiras al por mayor.
En realidad, había que desmontar a Manos Limpias porque molestaba todos los corruptos con su benemérita y desinteresada labor, por la limpieza en la vida pública. Hoy se sienta un inocente en el banquillo, y Rambla Libre que siempre ha tenido clara su honradez acrisolada, desde la primera hora, cuando se perpetró un linchamiento mediático inmisericorde y falsario, quiere desearle toda la suerte, que no la necesitaría si en España hubiera una Justicia como Dios manda, y un renacer de Manos Limpias, que es más necesaria que nunca por el bien de España. Está en buenas manos su defensa, en José María Bueno, el mejor de España.