Enrique de Diego.
Con tono marcial, Santiago Abascal concluyó su discurso con dos gritos ostentóreos y antitéticos: «¡Viva el Rey! ¡Viva España!», coreados por los 52 diputados de Vox. Le había precedido en el fervor monárquico Pablo Casado que había hecho una alabanza en encomiástica «a nuestro Felipe VI». La contestación iba de suyo y la dio Pablo Iglesias -del enemigo el consejo- indicando que era, Santiago Abascal, «el peor enemigo de la monarquía» porque «es cuestión de inteligencia». Quien estuvo más brillante fue Aitor Esteban, portavoz del PNV, quien tras decir que «no estarán muy contentos en Zarzuela» y calificar de «torpe» a la derecha por patrimonializar a la monarquía pasó a indicar con ironía que era el monarca el que había encargado formar gobierno «al supuesto felón» Pedro Sánchez. Antes se habían escuchado como objetivos vascos una «república vasca» (Eh Bildu) y una «república catalana» (ERC).
El debate sobre la monarquía está servido. Bienvenido sea. Pero está mal enfocado, con las izquierdas en el republicanismo vergonzante o militante, y la derecha en el monarquismo fervoroso. La monarquía objetivamente conduce y lleva a la destrucción de España, de su unidad, aunque un poco dotado Santiago Abascal, y un inane Pablo Casado, sean incapaces de comprenderlo. En el terreno de la praxis, por indicación y con el visto bueno de Zarzuela, los senadores «reales» presentaron una enmienda a la Constitución que concedía la independencia a Vascongas anexionada Navarra, con un simple pacto con la Corona. al estilo de la Comonwealth inglesa. Más aún, en el terreno de la praxis, ¿cuándo ha venido algún bien para España de los Borbones? ¿O de qué familia el rey felón Fernando VII, que celebraba en Bayona los triunfos de Napoleón sobre los patriotas de Madrid, Zaragoza y Gerona?
La monarquía legitima todo, como dice Aitor Esteban es la que ha encargado formar Gobierno a Pedro Sánchez y es lo que ha hecho. Felipe de Borbón será el autor de la felonía, en todo caso, como lo será de la consulta en Cataluña, que no es otra cosa que un referénum de autodeterminación, con todos los peligros para los derechos personales que implica abrir esa caja de Pándora. En todo irá la firma de rey constitucional.
Es como Federico Jiménez Losantos, el hombre que más ha hecho para que exista Teruel Existe, arremetiendo con tra Tomás Guitarte, diputado decisivo para la investidura de Sánchez: «Este no se ha acordado de Teruel nunca. Esta gentuza son oportunistas de medio pelo que lo quieren es ser catalufos. Este es un buscavidas, un jeta, que llega a la política para compatibilizarla con su vida privada. Ni existe ni deja de existir: simplemente cobra. Guitarte traidor. Me sumo». Su empresa Arquilab S.L. fue adjudicataria en 2018 de dos grandes contratos que le han reportado hasta la fecha medio millón de euros a cargo de las arcas del Gobierno de Aragón y de la Generalitat Valenciana, ambos liderados por el PSOE.
Eso pasa por ignorante ilustrado, por no haber leído a la escuela de la «public choice», de la elección pública: Manuel Guitarte quiere lo mejor para él y para los turolenses y ha vendido su voto.
O los que meten con La Sexta y dejan fuera a los capitalistas de derechas que les sostienen y mantienen.
La monarquía objetivamente lleva a la destrucción de España, así que el «¡Viva el rey!» de Santiago Abascal está de más, es el grito del suicida. La monarquía es inútil. Sostiene el Estado de las autonomías y a toda la casta política, auténtica aristocracia privilegiada.
Manuel, mi peluquero, votante de Vox, me pregunta: «y el rey, ¿dónde está?» En Zarzuela, tan ricamente.