Luis Bru,
A Federico Jiménez Losantos no le caso nadie, ni Blas. Ni PP ni Vox se han mostrado dispuestos a hacer la generosa oferta, de tan generosa un poco idiota, de ofrecerle sus diputados a Pedro Sánchez, alias Falconeti, y la esotérica de los 221 de Ciudadanos no cuenta con Vox. Ya sólo le queda el diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte para dejar zurrarse y mostrar un poder que ya no tiene. Mercantilista en extremo, principal representa del liberalismo egipcio, seguramente querría amigos en el Gobierno que le pongan publicidad institucional. A una de los que lo sustituyen se le escapó el otro día que cualquier cosa menos tocar a la Comunidad de Madrid. Juzguen ustedes mismos.
Con la negociaciñon de la venta de acciones parada, porque piden el 51% y las condiciones son leoninas, con pérdida de todo el poder por Losantos, Javier Somalo y Luis Rodríguez a la calle, junto con el 90% de la plantilla, demasiado para ser digerible en el escaso cuerpo de Losantos, Sin salvación posible, Federico se acerca al amargo final, atenazado en sus propias debilidades de carácter, sin criterio, votando primero al PP y luego a Vox, para arrepentirse a las primeras de cambio.
Los signos de decadencia son claros. A las tertulias de Es la mañana de Federico no va nadie que no sea de la casa salvo algún director. Pedro J Ramírez no se prodiga; ese no da nunca puntada sin hilo y es posible que ande marcando distancias de Federico Jiménez Losantos. Que se debe a recorte de gastos es verdad.
El próximo año se presenta decisivo para la endeble economía de Libertad Digital SA, llena de tejemanejes contables. Con todo en contra. Se puede entonar el Requiem y el Dies ira y no se falla. Losantos es un cadáver mediático,