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De cómo un pasatiempo se convierte en una forma de vida: modelismo

Redacción




Loreto Román y José Ángel García.

Os contaré, siempre he admirado a esas estupendas personas que tienen la suficiente paciencia y capacidad para dedicar horas y horas a realizar esas auténticas maquetas, fantásticas obras de arte, aviones, barcos, carros…Y lo digo desde mi intensa admiración y desde la perspectiva del mundo del vuelo, que contamos con fundaciones, museos, que exhiben detalladas maquetas de nuestra fantástica historia del vuelo. Y en esta ocasión contamos con José Ángel, aerotrastornado, modelista y soñador, con el que vamos a charlar sobre este mundo del detalle, de la historia, información, y tantas otras cosas más. Como en anteriores artículos, seguidme. Os aseguro, acabaremos buscando maquetas para comprobar si realmente somos capaces. Y nos dice José Ángel:

¿De qué manera puedo yo contar en unas líneas y sin aburrir lo que es el modelismo? ¿De qué se trata? ¿Cuáles son sus valores? Y, sobre todo ¿Que le ha aportado a este que os escribe?

Buchón.

Creo que todos los que leéis estas frases conocéis a algún familiar, amigo, enemigo…que tiene la extraña afición de quedarse en casa durante un tiempo para “jugar” con las maquetas, una persona que en vez de pasar la tarde el sábado o domingo realizando otras actividades prefiere quedarse en casa montando aviones, barcos, carros(si, carros, no digáis nunca tanques, porque ya comienza el problema), partiendo de unas cajas en las que vienen unas piezas para montar y pintar, o incluso en la máxima expresión del modelismo, hacerlas desde cero. Te diré José Ángel, todas estas intensas aficiones, todas ellas tienen en común el tiempo que nos pasamos en casa montando aviones, en los hangares con el motor del avión, en la cancha de prácticas mejorando ese swing… 

El modelismo es precisamente representar en miniatura y lo más fielmente posible (luego os hablaré de esta parte) cualquier máquina o cosa que haya existido, esté por existir o sea fruto de nuestra imaginación. Da igual la temática, siempre tiene cabida en este pasatiempo, aunque la incluyamos en el área de miscelánea. 

Antes de comentar más extensamente lo que representa este “arte” (me gusta creer que es un arte ya que partiendo de la nada, o de un caos de piezas y grapas, conseguimos dar vida a la nada), quisiera explicar como muchos de nosotros llegamos a este bonito mundo. En mi caso fue de la mano de mi padre, que un día me regaló, a la edad de 8 años una pequeña maqueta de un avión, un Mirage III ¡Que incluía en la caja el pegamento! Como innumerables compañeros de viaje tuvimos la inmensa suerte de vivir la era dorada de este hobby, una época en la que las maquetas se vendían hasta en el Corte Inglés, una época en las que las pequeñas tiendas de barrio de modelismo fomentaban este hobby con sus concursos (nunca olvidaré a la decana de muchas de ellas en Valladolid, Plásticos Santos) y que nos hacían quedar pegados al escaparate de la tienda durante horas pensando si algún día seríamos capaces de llegar a hacer algo similar. Comenzó así un camino sin retorno, con altibajos, con decepciones, pero con muchas, muchas alegrías, muchos amigos e innumerables horas de diversión. Es cierto, muy cierto José Angel, recuerdo perfectamente aquellos años y aquellos escaparates con auténticas joyas, y te diré, para mi tenían un valor inmenso, ese detalle, ¿qué diminutos artilugios junto con la habilidad de su propietario podían llegar a una pieza de arte como esa?. Mi pequeño contacto con este mundo también fue familiar, mi padre y hermano. Pero continuemos.

F4C

Ahora que sabemos quién es el “culpable” de que esté en este mundo del modelismo y no quiera salir de él, voy a empezar a detallar lo que es el modelismo, porque no sólo es montar y pintar unas piezas de plástico, metal, el modelismo es realmente es una “filosofía” de vida.

El modelista (y de ahí la “filosofía de vida”) es en cierta forma un acaparador compulsivo de información y maquetas, es un historiador, un investigador y un divulgador, es metódico, paciente nunca busca la recompensa inmediata, sabe que el resultado final depende de un trabajo arduo que no entiende de prisas. 

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Acaparador de información, historiador e investigador son tres facetas que van de la mano, el modelista cuando tiene ante si su proyecto comienza a buscar toda la información posible sobre aquello que va a representar, porque sólo así conseguirá que lo que haga se parezca lo más fielmente posible, que es en último término el propósito de este hobby, al motivo real. Empezamos entonces a ver fotos, recopilar información en la red o en libros físicos, debatimos con otros modelistas y amigos, pasamos horas en busca de aquella información que pueda sernos útil y entonces, cuando tenemos la seguridad (aunque en muchas ocasiones la certeza no exista) nos lanzamos con frenesí a cortar, pegar, montar, lijar, pintar y ambientar nuestra pequeña obra de arte. Esto hace que en cierta medida y en mayor medida aquellos que nos dedicamos a una temática en exclusiva lleguemos a tener un conocimiento profundo del tema sobre el que realizamos los trabajos, llegando incluso al punto de ser considerados por otros modelistas como “cuenta remaches”.

F18.

En este punto y aparte, aunque casi debería ser punto y seguido he de explicar que durante la vida del modelista vivimos una evolución casi cíclica y que sólo cuando se llega al fin, que realmente es cuando se vuelve al principio disfrutamos de nuevo de esta pasión. El modelista comienza desde cero sin saber casi nada, pero con una ilusión tremenda, disfruta con lo que hace, aunque sus resultados no sean buenos, pega y monta sólo por el placer de hacerlo. Comienza entonces la fase en la que poco a poco busca más perfección en sus trabajos, entra en contacto con los concursos y otros modelistas, lo que redunda en un aumento de calidad de sus obras, pero comienza a perder la frescura inicial, porque ha comenzado la búsqueda de la perfección, empieza a “picar el gusanillo” de ganar medallas en los concursos (no nos equivoquemos, premios sólo de reconocimiento, porque no tienen valor económico) y empieza entonces una etapa en la que el placer verdadero de hacer maquetas por el simple hecho de evadirte de la realidad durante unas horas va decayendo, tu autoexigencia aumenta en proporción inversa al placer de realizar maquetas. Casi siempre esa fase termina con un abandono, temporal casi siempre, del hobby, tiempo en el que uno recapacita y se da cuenta de lo que ofrece este hobby y vuelve entonces a él, pero ya con la seguridad de que la perfección está bien, pero lo que realmente importa es el placer de admirar, de estudiar, realmente el placer de “CREAR”. Llegados a este punto es cuando el modelismo aporta la paz necesaria tras el trabajo, los quehaceres diarios, los problemas cotidianos y permite tener una válvula de escape con la que evadirnos y escapar, durante un rato si cabe, de una realidad que en muchos casos resulta dura. Fíjate Jose Angel, lo que me estás contando con esa frescura del principio, tiene gran similitud con los que escribimos, esa frescura que tienes en aquellos primeros textos que no debemos perder, y en muchos casos te ves forzada a modificar.

Y no me estoy olvidando de la parte (patológica si nos estudiara el amigo Sigmund Froid) de la compra compulsiva de maquetas. Maquetas que si somos sinceros nunca llegaremos a montar porque necesitaríamos varias vidas para hacerlo, pero aquí entra el componente sicológico que proporciona el placer de ver una caja, abrirla, ojearla, estudiarla, revisar sus fallos, pensar formas de montaje, decoraciones ambientaciones…Lo dejo que me enrollo y como no, el temor a que se descatalogue y nunca más podamos tenerla con nosotros hace que durante esos momentos y aquellos en los que elegimos cual será nuestro siguiente trabajo disfrutemos cual niños pequeños, si, en cierta manera somos adultos que sienten como niños y que durante instantes de tiempo vuelven a la infancia para rememorar aquellos momentos en los que el tiempo parecía no pasar y sólo disfrutábamos, sin ir más allá, sin prisa, sin….

Realmente no estoy seguro de haber plasmado en estas frases lo que para muchos de nosotros significa hacer maquetas, sólo puedo decíos que en una época en la que todo ha de ser inmediato, en la que la recompensa se obtiene de forma instantánea y nada puede esperar, este hobby me aporta la serenidad suficiente (junto con mi sempiterno amor por los aviones) para afrontar el día a día que de otra forma me sería casi imposible. Claro que lo has conseguido José Ángel, te aseguro que muchos de los que te hemos leído, observaremos con más detalle todas esas auténticas obras de arte, en las tiendas, en los museos y en tantos otros lugares en los que se exponen para hacernos a todos soñar un poco mas. Gracias por haberlo compartido con nosotros.