Redacción.
Nacho Cardeo, director de El Confidencial, ha sacado pecho en el Foro de la Nueva Comunicación destacando que su apuesta por el periodismo de calidad: “invertir en periodismo de calidad es un buen negocio. “Hemos reforzado nuestras firmas y nuestros prescriptores. Tenemos el dream team del periodismo económico y empresarial”.
“La credibilidad no se encuentra en los rankings de audiencia, es móvil, hay que buscarla”, ha añadido, aseverando que no iba a hablar “ni de competencia ni de cómo se hacen los rankings”, en referencia a El Español y comScore, respectivamente. La apuesta de El Español es por los sucesos y por un torrente de artículos repletos de contenidos amarillos que buscan el ‘clickbait’; es decir, la intención de conseguir visitas con titulares atractivos que la mayoría de las veces no cumplen lo prometido. El Español es un producto degradado y sin influencia.
La trampa más grosera en la audiencia es bien conocida, suma los de nueve portales: Diario de Avisos, Crónica Global, Navarra.com, Bluper, Omicrono, Cocinillas, Android Libre y El Bernabéu. Y le cuesta mucho dinero. Luego está la falta de credibilidad galopante del medidor ComScore, que ha vuelto a prorrogar su contrato a pesar de sus graves carencias.
ComScore es el medidor de audiencia estándar y el aceptado por los medios y anunciantes mayoritarios gracias a la imposición de estos últimos, que han vuelto a prorrogar su contrato a pesar de sus graves carencias. Es difícilmente comprensible que millones de euros de publicidad se muevan por los panelistas de la Compañía, apenas 46.000 personas que deciden el tráfico de más de 46 millones de españoles, como destaca Extraconfidencial.
Si en la radio siguen funcionando con las anacrónicas encuestas y en la televisión con los controvertidos audímetros, la Red está en manos de un pronóstico realizado con menos del 1% de la población.
La Comisión de Seguimiento del Concurso para la Medición Digital en España, compuesta entre otros por anunciantes o por los responsables del Estudio General de Medios (EGM), no llegó a un acuerdo con la empresa. La Mesa de Contratación reconoció que “aun habiéndose realizado un esfuerzo positivo por parte del medidor mejor valorado, no se ha alcanzado el nivel de compromisos requeridos (…) Por tanto, no queda asegurado el cumplimiento óptimo de las exigencias más relevantes que este grupo técnico ha definido”.
Además, ComScore ha aceptado pagar una multa de 5,7 millones de dólares a las autoridades de Estados Unidos por montar «un esquema fraudulento» para falseas sus cuentas y ofrecer métricas adulteradas.
La acusación formal emitida por la comisión de Bolsa estadounidense, la Securities and Exchange Commission (SEC), recae contra la empresa de medición y su antiguo consejero delegado Serge Matta.
En un comunicado hecho público este martes les acusa de «exagerar los ingresos en aproximadamente 50 millones de dólares y hacer declaraciones falsas y engañosas sobre métricas clave de rendimiento».
El regulador sostiene en sus acusaciones que entre febrero 2014 y febrero de 2016 Matta realizó operaciones ficticias con el fin de aumentar «indebidamente» su negocio y reportar así unos mayores beneficios en sus cuentas. En el ejercicio de estas prácticas ComScore intercambió informes con otra empresa que fue utilizada para presentar estos datos económicos inflados de cara a los accionistas.
Según la SEC, Comscore y Matta «hicieron revelaciones públicas falsas y engañosas sobre la base de clientes de la compañía y el producto estrella», llegando a mentir a la firma de auditoría externa que trabajaba para la compañía.
El asunto se han resuelto con la aceptación de los cargos por parte de los dos implicados, que acordaron cesar y «desistir de futuras violaciones de las disposiciones antifraude». ComScore ha aceptado desembolsar 5 millones de dólares para zanjar la cuestión, mientras que Matta deberá indemnizar a la firma con 2,1 millones y pagar 700.000 dólares de la multa.