Luis Bru.
¿Qué le pasa a OK Diario, qué le sucede? Según el medidor oficial Comscore, ha sufrido en julio una caída espectacular, histórica. OK Diario firma la peor caída del ranking tras alcanzar 10,8 millones de usuarios únicos en julio. En junio, según el mismo medidor, OK Diario tuvo 14.943.000 usuarios únicos. Ha perdido uno de cada tres usuarios únicos. Un auténtico desacalabro. Atrás queda octubre de 2018 cuando consiguió superar a El Español.
Eduardo Inda vive, así, los peores momentos de su vida profesional. Él mismo dijo; “Quieren mi cabeza y que caiga Okdiario”. Le está sucediendo lo peor que le puede ocurrir a un profesional de los medios: convertirse en noticia como protagonista del caso del comisario Villarejo. Estos malos resultados sobrevienen precisamente cuando se da un clima de polarización política y cuando Podemos pasa por sus peores momentos ante la negativa de Pedro Sánchez de formar gobierno con la formación de Pablo Iglesias. Un hecho que, en principio, debía favorecerle. Lo peor es que Eduardo Inda atraviesa una crisis de credibilidad que colea desde la precampaña electoral.
Pablo Iglesias, que fue objeto de las sucias artimañas de las cloacas del Estado y que convirtió al periodista en el eje de su campaña, apuntó directamente a Eduardo Inda como “la pata mediática” de la trama Villarejo, e hizo preguntas de evidente calado y gravedad: “¿por qué el Ministerio de Industria financiaba a Okdiario? ¿Por qué Eduardo Inda tiene las ventanas mediáticas que tiene?”. Señaló con claridad un trato de favor del poder del PP.
Inda, cuyo jefe de opinión en El Mundo de Baleares fue condenado por cobrar de Jaume Matas, tiene fama de prepotente y de buscar el triunfo a cualquier precio. Su respuesta llegó por la línea de la amenaza con querellas, el ventilador y la identificación con España. Es objeto de una cacería a manos de los “enemigos de España”. Más que ofrecer claridad, se dedicó a expandiendo mierda. Pero la declaración en sede judicial del comisario Villarejo es demoledora: Inda y Esteban Urreztieta “nos han ayudado en algunos trabajos”.
En el caso DINA, el robo del móvil de la asistenta parlamentaria, Dina Bousselham, los “mensajes privados que aparecieron en el portal digital de Eduardo Inda provienen del teléfono robado por Villarejo y su volcado”. Inda adujo que a él se le entregó un pen drive y que incluso no publicó mensajes o conversaciones que no tenían relevancia pública. El más conocido, de los publicados, fue aquel en que Pablo Iglesias afirmaba querer azotar a Mariló Montero hasta que sangrara.
Inda se remitió a su posición de periodista y a su interés en informar, pero también se le acusa de haber entregado al pequeño Nicolás grabaciones de conversaciones entre miembros del CNI y de Asuntos Internos, con el fin de echar abajo la acusación contra el pequeño Nicolás. Afirmar, como hace Inda, que él ha tenido relación con Villarejo “como otros compañeros” parece una desmesura.
Los datos cantan. Da toda la impresión de que Eduardo Inda ha perdido credibilidad a chorros y de ahí la pérdida masiva de usuarios únicos.