Luis Bru.
A Losantos parece que le han soltado del frenopático, pero no de cualquiera, sino de uno muy cutre y muy dicharachero. Así que se pone a «explicar lo inexplicable» porque su viejo mundo hace aguas por los cuatro costados. Cuando intenta «explicar lo inexplicable» es que se le ha ido la olla. Engarza un soliloquio de más de una hora, sobre egos desmedidos, el de Pablo Casado silente, el de Albert Rivera grandioso, el de Falconetti-Pedro Sánchez, planetario y el de Pablo Iglesias, galáctico. Y el de Losantos superlativo y verborrágico. Sólo comparable al Aló presidente de Nicoás Maduro.
«Casado callado y dos que quieren ser Casado». Cuando se enciende más y parece enloquecido es cuando habla de la Comunidad de Madrid, que es donde le va la pasta y se le nota mucho. Incluso afirma que «me han dicho que dé una tregua», pero naranjas de la China, así que su bestiario aumenta y se añaden Santiago Abasca e Inés Arrimadas. Quedaron atrás los tiempos en que los domingueros y los aristogatos le tenían secuestrado y ahora es «falsamente humilde» y «jesuítico», porque todos los vascos lo son sin saberlo. De todas formas, Abascal no deja «de ser servidumbre de los aristogatos», que -descubrimos un Losantos de izquierdas- tienen la vida resuelta. «Caraduras, domingueros».
Triste sino en del enloquecido Losantos, después de tantas vueltas, sólo le caen bien los del PP y de aquella manera. Inés Arrimadas ha caído en desgracia. «Me caía muy bien cuando estaba en Barcelona, pero desde que está en Madrid haciendo el juego sucío de Rivera no la soporto», ese «Rivera que hace cordón sanitario a todos», porque es «un chulo barcelonés», que a esos los conocen bien. Desbocado y lenguaraz, aislado, estalla: «lo de Madrid es una vergüenza», «nos han tomado el pelo», con todo lo que hizo Losantos: «algo ayudaríamos». Y «Rivera provoca y Abascal apuntilla», y sale con eso de los «valores». Losantos pierde el Oremus y clama que «nunca ha habido tantos valores, los valores del Barça».
Este se va a ir del verano atacado. Luego hilvana que los alcaldes ganan una mierda y luego se corrompen y clama porque les suban el sueldo a todos. Pero vuelve a su tema: «las derechas nos toman el pelo». Isabel Díaz Ayuso sí tiene quien le escriba y quiente atrone desde los micrófonos.
Losantos está de atar, pero lo grave es la audiencia. Toda la vida dividiendo a la derecha para ahora recoger sus frutos. A este paso no consigue el pacto el 11 de septiembre…Losantos está acabado y no se da cuenta.