Miguel Bernad Remón. Secretario general de Manos Limpias.
Este principio esencial en un estado democrático y de derecho, quiebra de manera flagrante en procesos de relevancia política, y cuando los acusados forman parte de empresas de IBEX (constructoras) o del sistema bancario.
El lema “poderoso caballero es don dinero” y “poderoso caballero es el político” se superpone al principio constitucional de que todos los españoles somos iguales ante la ley y de ahí deriva el otro principio constitucional, de la seguridad jurídica.
Unos cuantos ejemplos recientes y clamorosos avalan esta denuncia de quiebra del principio de seguridad jurídica.
La presión preventiva, se viene aplicando por los jueces no garantistas con un uso abusivo y hasta yo diría que arbitrario.
El cese del Abogado del Estado que acusó en el procés de delito de rebelión y se le sustituye o cesa por otro que acusa de sedición.
La Junta Electoral Central que prohíbe poder figurar en candidatura los huidos y presos del procés es desautorizada por los tribunales de lo Contencioso y el Tribunal Supremo y Constitucional permitiéndoles figurar en candidaturas al Parlamento Europeo.
El cambio de criterio del Tribunal Supremo en lo que se conoce como el escándalo en los gastos de las hipotecas concedidas por el sistema bancario.
La aceptación de acusaciones populares espurias y no legitimadas de intencionalidad política y a los que además no se les exige fianza y otras acusaciones populares, en cambio que pese a estar legitimas se les exige fianza para impedir su personación.
Los sistemas arbitrarios a la hora de aplicar el régimen disciplinario a los jueces.
La falta de motivación suficiente en las resoluciones judiciales.
Los recursos de apelación, súplica, casación y amparo que se resuelven sin la más mínima consistencia jurídica.
Las filtraciones a medios de comunicación de datos bajo el secreto del sumario que perjudican el principio de seguridad jurídica.
En el proceso de salida de Bankia a bolsa, se está juzgando a los responsables de esa entidad, habiendo quebrado el principio de seguridad jurídica, al no ser juzgados, los responsables del Banco de España.
Al no ser la Ley igual para todos los españoles quiebra el principio de seguridad jurídica, que es la piedra angular de lo que denominamos Estado de Derecho.
Luego, la conclusión es obvia: hoy por hoy, España no es un auténtico Estado de Derecho.