Miguel Sempere.
“Pablo Casado y Santiago Abascal son hijos de José María Aznar, siempre, a la hora de la verdad, se entenderán”, señala un observador de la realidad política. En realidad, José María Aznar puede ser considerado en justicia como el padre de las tres derechas actuales.
Ciudadanos surgió del Pacto del Majestic, cuando Aznar entregó a Pujol la cabeza de Alejo Vidal-Quadras y proscribió el discurso españolista en Cataluña. El vacío fue ocupado por Ciudadanos. Luego ha ido variando hasta situarse actualmente en una especie de izquierda patriótica. Además, Albert Rivera fue apoyado desde FAES.
Si se considera que Vox tuvo un proceso previo embrionario en la Fundación DENAES es un hecho comprobado que recibió el visto bueno de Aznar. Vox surge contra la corrupción ideológica perpetrada por Mariano Rajoy, el político más nefasto de la democracia, incluso por encima de Zapatero, por ese engaño que le llevó a mantener la Ley de Memoria Histórica, la Ley Integral contra la Violencia de Género, el aborto y toda la agenda de Zapatero pero con las siglas y los votos del PP.
Lo que parece muy difícil es que las tres derechas vuelvan a confluir en una y menos bajo el liderazgo de Pablo Casado, como plantea José María Aznar. Y es probable que esa división, castigada por la Ley d’Hondt, tenga consecuencias nefastas en las urnas. Porque otro de los graves fallos del marianismo es haber mantenido una Ley electoral muy deficiente que prima a los separatistas. Hay opciones como la segunda vuelta francesa o la lista nacional alemana, compatible con los distritos, que deberían haberse debatido y puesto en marcha.