Javier de la Calle.
Grave escándalo ante un error judicial monumental cometido por el juez del Juzgado de Instrucción número 2 de Sabadell, Marcos Melendi López, quien dejó en libertad al argelino Khalid Oukhlifa con meras medidas cautelares de fretirada del pasaporte y presentación ante el Juzgado, uno de los autores de la violación múltiple de una joven de 18 en Sabadell. Khalid ha huido, está en búsqueda y captura, no se presentó el 22 de febrero. Las pruebas científicas de ADN le inculpan en la violación y resulta incomprensible que el juez Melendi lo pusiera en libertad, lo que cabe esperar que provocara la reacción de los movimientos feministas.
Es decir, Khalid fue uno de los seis primeros detenidos por la Policía Local, inmediatamente después de la brutal agresión sexual. Quedó en libertad con cargos, y el pasado 15 de febrero, el titular del juzgado número dos de la localidad, Marcos Melendi López, ordenó a los Mossos su detención tras recibir un primer informe de ADN que identificaba a este individuo como agresor sexual. La policía le detuvo, pasó a disposición judicial el día 14, pero el magistrado le dejó inexplicablemente en libertad con medidas cautelares.
Esta semana, el sospechoso debía presentarse en los juzgados para firmar, pero no lo hizo, como adelantó este jueves Informativos Telecinco. En su escrito para justificar la libertad con cargos, el juez, un completo inútil que debería ser apartado de la carrera judicial, sostenía que el informe del ADN era preliminar y que prefería esperar al documento definitivo. Pero el sospechoso prefirió no esperar y huyó.
Los mossos lo buscan desde entonces, y su fotografía ya está a disposición de las patrullas de las policías catalana y las locales. El fugitivo no dispone de trabajo, ni tiene recursos y era uno de los que vivía de ocupa en la sucursal bancaria que fue escenario de la violación múltiple.
Tras la agresión sexual y en varios días se detuvieron a ocho hombres, de los que dos siguen en prisión preventiva. Las pruebas de laboratorio con los restos recogidos en la ropa de la joven y en el escenario de la agresión han identificado a dos personas. Se trata de uno de los dos sospechosos en prisión, y del fugado.
La versión de la joven ha quedado completamente corroborada por las pruebas científicas, pero el juez ha preferido no creerla, en una muestra de presunto racismo y de manifiesto machismo.