Roberto Centeno. Catedrático de Economía.
De auténtica emergencia nacional puede calificarse la última traición de este demente, guerracivilista y traidor de Pedro Sánchez. Jamás en la larga historia de España y de Europa un jefe de gobierno había perpetrado una traición semejante a su Patria como la de Sánchez. Es cierto que ha habido traiciones mayores, pero todas ellas por razones de enorme peso que uno puede entender aunque no perdonar, así el conde Don Julián y los witizianos que traicionaron a España y a su Rey en Guadalete, dando paso a o siglos de opresión y esclavitud, lo hicieron el primero por venganza por la violación de su hija por el Rey Rodrigo, y los segundos porque ingenuamente suponían que los musulmanes solo les ayudarían a recuperar la corona que estimaban suya. Jamás imaginaron que se apoderarían de España. O el caso del felón Fernando VII, que se sometería vilmente a Napoleón, pero que tenía el ejercito más poderoso de Europa y del mundo.
El caso de Sánchez supera en vileza todo lo anterior, porque las motivaciones de este canalla, es la rendición de España ante una banda de nazis que no tienen media bofetada, para que le aprueben unos presupuestos infumables, realizados por los comunistas bolivarianos de Podemos, para poder mantener unos meses mas el Falcon y unos privilegios algo por lo que este paleto psicópata estaría dispuesto a vender a su propia madre. Y esta indignidad inaudita, es lo que jamás ha sucedido en la historia de las naciones.
Este miserable inició su cadena de cesiones primero con la reapertura de embajadas, después el traslado de los golpistas presos a cárceles catalanas con tratamiento de hotel de cinco estrellas, aceptando que se hablara de referéndum, que además no sería tal, sino imposición de una minoría nazi a la mayoría del pueblo catalán, con la supresión de la rebelión en la acusación de la Abogacía del Estado, el pacto de Pedralbes con el formato de una cumbre entre Estados soberanos, con los que solo son una banda racista de traidores, y que ahora culmina con la inaudita aceptación de un mediador internacional para escenificar el reconocimiento de la rendición del España ante una organización criminal. Esto es ya la gota que colma el vaso de la cadena de cesiones de Sánchez desde que tomo el poder, y se convierte en una emergencia nacional.
Pero de todas formas hay algo previo y esencial porque se trata de una infamia inaudita infinitamente mayor: el hecho de en ningún Estado de Derecho y no digamos en los que los que lo son, serían legales partidos u organizaciones cuyo objetivo esencial fuera la destrucción de la nación, y no digamos ya partidos que han promovido y avalado un golpe de Estado. Esto es algo tan disparatado, tan irracional que simplemente no cabe en cabeza humana y, sin embargo, en España, debido absoluta perversión política y moral implantada por la infausta Constitución de 1978, se considera como algo normal, y todos los partidos de izquierda o de derecha, con la única excepción de Vox, así lo aceptan e incluso lo defienden, un dislate y una indignidad jamás conocida en el mundo civilizado.
Pero no solo eso, la desastrosa Constitución del 78 redactada por solo seis personas sentadas alrededor de una mesa de camilla, e impuesta a los españoles a través del mayor engaño a un pueblo de toda la historia, en el colmo de los colmos, en la locura de las locuras, otorga a los votos de los separatistas cinco veces más valor que a los del resto de los españoles, de forma a un partido de eternos traidores como el PNV le concede 5 escaños con solo 286.000 votos, o los golpistas de PDeCAT obtienen 8 escaños con solo 629.000 votos, mientras que Izquierda Unida con un número de superior a la suma de los obtenidos por los traidores y los golpistas obtiene 2 escaños en lugar de 13. Realmente de locos. Y este auténtico arma de destrucción masiva le llama democracia la casta política española. No es de extrañar que ante este despropósito épico, mi gran amigo Camilo José Cela, senador por designación del Rey al leer esta colección de dislates y traiciones, exclamara que esa Constitución sería la ruina política, económica y social de España, y ante la imposibilidad de cambiar nada, daría un sonoro portazo y con un “ahí se quedan Uds de cómplices de la destrucción de la nación”, mas tarde diría a quien le quiso oír, “si estos canallas ( los responsables de la Constitución) tuvieran vergüenza y honor se habrían pegado un tiro”.
Creo que ante la completa inacción de Rey, que ha incumplido flagrantemente su único deber constitucional de mediar y en su caso arbitrar entre los conflictos entre instituciones del Estado, que no solo es que lo haya incumplido, es que ni siquiera lo ha intentado, y ante su atronador silencio ante esta felonía del jefe del gobierno, la única opción que nos dejan a los españoles de bien es salir masivamente a la calle para decir basta, basta de tolerar un minuto más a los traidores, basta a negociar la ruptura de España con una organización criminal, basta de que un psicópata loco capaz de vender a su propia madre pueda seguir gobernando este país sin haber sido votado, y basta de considerar legales partidos que quieren destruir España, si quieren romperla que lo intenten con las armas en la mano, como se ha hecho siempre en el mundo, y basta de mantener un sistema electoral que prima escandalosamente a los traidores.
El domingo en Madrid, espero que la manifestación convocada por Vox, Ciudadanos y el PP, pero a la que sin duda asistirán miles de personas del PSOE, sea un éxito tal que el demente traidor de la Moncloa no pueda seguir ignorándolo, y que si lo hace que es lo mas probable que al menos aquellos diputados socialistas constitucionalistas y honrados le retiren su apoyo ya poyen una moción de censura con Ciudadanos y PP que expulse del poder a este traidor, porque si no lo hacen ello será el principio del fin del propio partido socialista.