Editorial.
De nuevo un proceso de ocultación por los medios de comunicación, que les resulta altamente contraproducente, pues la gente común ya sabe que se les engaña y que cuando no se facilitan datos es porque se trata de delitos cometidos por inmigrantes. Una violación salvaje, múltiple, en Sabadell, perpetrada por eso de los ‘menores no acompañados’, en este caso marroquíes. Tres que perpetraron la salvaje violación y otros tres que estuvieron observando. En noviembre, fueron quince argelinos en Santa Coloma de Gramanet los que protagonizaron una brutal agresión sexual, después de apuñalar al joven acompañante de la chica. Hay una plaga de delitos sexuales y de todo tipo cometidos por inmigrantes magrebíes, muchos de ellos con esa estúpida etiqueta de “menores no acompañados”. Las teorías de la izquierda, y de la derecha satelizada, están provocando mucho sufrimiento. En el mismo pueblo elegido por Pablo Iglesias para fijar su residencia, Galapagar, tres marroquíes, que el líder de Podemos no admitiría en su casa, que está bien protegida por guardias civiles en condiciones deficientes, secuestraron a una madre y a sus dos hijas pequeñas y amenazaron con violarlas y asesinarlas. Uno de ellos era un “menor no acompañado” que a estas horas, si no se ha escapado, estará viviendo del contribuyente español en un Centro de Reforma.
El sistema no tiene ya capacidad de ocultar la realidad. Los medios, que han abandonado toda búsqueda de la verdad están cada día más desacreditados. La Vanguardia, en relación con la violación de Sabadell, habla de “seis varones” y El Periódico de “seis hombres”. Cuando se ponen esos genéricos la gente ya sabe o sospecha que está siendo manipulada, que se oculta una parte de la realidad. Se trata de seis marroquíes, que nunca debieron entrar en España y que hace tiempo que debían haber sido deportados.
El sistema generó esa ficción de “menores no acompañados” para provocar dosis de compasión peligrosa, como si se tratara de huérfanos o se hubieran perdido en el camino mientras iban de la mano de sus padres. Esa ficción sentimentaloide no hace más que provocar desastre tras desastre. Se trata de excedentes de población de sociedades musulmanas fracasadas, remitidos por sus padres para que sean alimentados por los servicios sociales españoles. Deben ser deportados de inmediato. Primero en caliente. Nada más pisar territorio español. Y los que están en España deben ser deportados ya.
Son los más conflictivos de todos. Los servicios sociales tienen mucha responsabilidad en esta catástrofe. Los acogen como clientes para mantener sus puestos de trabajo. Muestra de la soberana estupidez a la que ha llegado esta izquierda de escombrera es el esotérico comunicado puesto en su twitter por el Ayuntamiento de Sabadell, en el que se muestra dispuesto a facilitar «todas aquellas gestiones legales» que se consideren adecuadas para «combatir las agresiones y luchar por una ciudad libre de sexismo y de violencias machistas y lgtbifóbicas«. No se trata de nada eso, ni desde luego en primer lugar, sino de inmigración ilegal y salvaje, de culturas donde no se respetan los derechos personales, y especialmente los de las mujeres, y a los que el Ayuntamiento de Sabadell y numerosas instituciones se han dedicado a acoger en vez de hacer lo que se debe hacer y a lo que obliga la Ley: deportarlos.
Se estima que en España hay actualmente más de 7.000 menores no acompañados, menas, que constituyen 7.000 focos de inseguridad, pues no tienen ni oficio ni beneficio. Cuando cumplen los 18 años, o eso dicen, porque es preciso hacerles radiografías para saber su edad, los servicios sociales los lanzan a la calle, donde viven del delito, ocupando edificios abandonados, transmitiendo enfermedades como la sarna u otras más peligrosas, de la que no se informa a la población desprotegida.
Las políticas laxas de inmigración, el saltarse continuamente la legalidad desde las propias instituciones, todo eso es un fracaso societario que se va a llevar por delante a una izquierda atenazada por sus delirantes teorías. La experiencia es tan nefasta que ya no es posible ocultarla, por mucho que siguen intentándolo, como en el caso de Sabadell. Los “menores no acompañados” no son huerfanitos, sino que montan peligrosas pandillas que aterrorizan a la población y violan. Ante el caso de Santa Coloma de Gramanet, ya desde el Ayuntamiento se denunció que deambulan por Cataluña –no sólo- provocando conflictos e inseguridad allá por donde van y donde se instalan. No se han tomado medidas. No parece que se quieran tomar. Habrá que pedir responsabilidades penales a las autoridades negligentes. Esos más de 7.000 menores no acompañados deben ser deportados de inmediato. Nunca debieron entrar en España, deben salir por nuestras fronteras cuanto antes.
Los votantes de izquierdas tienen que reflexionar si quieren vivir en una sociedad llena de peligros como la que han montado sus estúpidos dirigentes y cargos. Deben considerar si la izquierda no se ha convertido en el problema.
Seis detenidos por una violación múltiple en Sabadell, se trataría de “menas marroquíes”
http://ramblalibre.com/2019/01/08/plaga-manadas-de-inmigrantes-y-extranjeros-extienden-el-terror-sexual-por-toda-espana/