Isabel Valero.
Más que una marcha para la dimisión de un gobierno, parecía una más un desahogo de una sociedad que está en represión, el exhibicionismo de la bandera española es casi (y sin el casi) pornográfico, la necesidad de mostrarla en todas sus formas, camisetas, pulseras, tatuajes,
mascarillas, no es de una sociedad que goza de libertad, no es sacada con naturalidad sino con reivindicación.
Hoy España se quiere independizar de sus políticos, del nacionalismo, del terrorismo, de los vagos disfrazados de demócratas, de los medios que los señalan como fascistas. Hoy España se ha despertado independentista, lo malo de todo esto, es la capitalización de este sentimiento patriótico por partidos políticos, como viene siendo en España desde que se tiene memoria, la revolución tiene que surgir de forma espontánea y sin el Estado y hoy una vez más,
el Estado ha estado presente, con lo cual, valdrá para ganar votos, pero no para conseguir Libertad política.
Apelando aquí a la “Pasión patriótica” (libro, “Pasiones de Servidumbre”, A. García-Trevijano), distingue el buen y el mal patriotismo “por el descaro o recato de sus gestos pasionales. Cuando es exhibicionista, el ardor nacionalista del sentimiento de la patria sube a la de la impudicia
política”. Que no es más que la ambición de poder de una minoría, que nos reclama un patriotismo constitucional, no hay mayor perversión del discurso que este, apelar a lo que nos separa como españoles, una constitución que promueve la desunión del sujeto constituyente que es la nación.
Una ocasión de oro para decirle a los españoles que alternativas hay y que podemos hacer, pero sólo hemos escuchado una apelación sentimental, paternalista e infantil. Aparte de jurar a lo hollywoodense como en la escena de la película “Lo que el viento se llevó” donde Escarlata O’Hara juraba no pasar hambre. No hay nada más, aparte de oportunismo. De nuevo los españoles demuestran que no saben lo que es la Libertad, y que son altamente manipulables.
Todavía no han salido de la cueva platoniana, se han asomado, pero las ramas no les dejan ver el bosque.
¿Para que los han congregado hoy?, aparte de pedir la dimisión del gobierno, ¿qué finalidad tenía reconducir esa indignación?, la campaña electoral acaba de arrancar, hoy, 23 de mayo de 2020.