Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.
El personaje ya mítico de Rocky Balboa creado y encarnado por Sylvester Stallone debutó en la película Rocky (John G Avildsen) de 1976, en la que boxea en un club de peleas de escaso nivel. Pero el coraje lo puede todo. La oportunidad llega cuando el campeón de boxeo Apollo Creed, al no encontrar un contendiente para su pelea estelar para conmemorar los 200 años de la independencia de Estados Unidos, busca en un diccionario de boxeo y le llama la atención el seudónimo con el que Balboa se hace llamar , “El Potro Italiano“, por lo que reta a Rocky para darle una oportunidad de ganar el título. La película obtendría el Oscar a la mejor del año en tanto que Sylvester Stallone alcanzaría las nominaciones como mejor actor y mejor guión. Una nueva estrella acababa de nacer en el firmamento de Hollywood.
A partir de esa pelea, Rocky escribe sus propios sueños y su carrera empieza a subir hasta alcanzar el campeonato del mundo gracias a su espíritu indomable y su determinación decidida por ser el mejor.
Así llegaron posteriormente: Rocky II (1979), Rocky III (1982), Rocky IV (1985), Rocky V (1990), Rocky Balboa (2006) y Creed (2015). La entrañable Talia Shire encarnó – hasta la muerte del personaje – a su amada esposa. Esfuerzo, sacrificio, entereza para levantarse tras los errores, fe religiosa, valores positivos, familia, patriotismo, sinceridad …es el escenario de Rocky que ha sido capaz de conquistar el corazón de varias generaciones.
Cuando en 2015 se estrenó Creed, en las que Stallone quedaba en segundo plano para dejar el protagonismo al hijo no reconocido de su gran amigo Apollo Creed, pocos preveían una película tan completa y emotiva. Incluso la crítica habitualmente esquiva reconoció el esfuerzo y el talento de Stallone. Su interpretación estuvo a punto de obtener el Óscar al mejor actor de reparto y sin duda lo hubiese merecido.
En Rocky IV, Ivan Drago (Lundgren) mató a Apollo Creed durante una pelea de exhibición en los Estados Unidos (USA), organizada en tiempos de la Guerra Fría, y como respuesta, Rocky Balboa (Stallone) viajó a la Unión Soviética y derrotó en el ring al gigante soviético a pesar de tener todo en contra. Una película inolvidable, pletórica de ritmo y con una secuencia final: la pelea, sin duda antológica. La imagen de Rocky envuelto en la bandera norteamericana dio la vuelta al mundo convirtiéndose en un icono patriótico de primer orden .
Ahora, para la continuación de Creed se recupera este enfrentamiento ahora protagonizado por los hijos de Creed y del boxeador soviético encarnado por Dolph Lundgren. El argumento de la película resume su contenido a la perfección:
Tres años después de su derrota ante Ricky Conlan, Adonis Creed obtiene una serie de victorias, que culminan en una victoria sobre Danny «Stuntman» Wheeler para ganar el Campeonato Mundial Peso Pesado. Ahora, una estrella mundial, Adonis le propone matrimonio a su novia, Bianca Taylor, quien acepta casarse con él.
Mientras tanto, Ivan Drago , el ex boxeador soviético que mató al padre de Adonis, Apollo Creed en el ring treinta y tres años antes, ve la oportunidad de recuperar la gloria que le fue arrebatada como resultado de su derrota ante Rocky en Moscú . Su plan es enfrentar a su hijo, Viktor Drago con la nueva estrella americana.
La vida no es fácil para Adonis Creed (Michael B. Jordan). La recuperación de su familia y de su historia, su inminente paternidad, la relación maestro /discípulo con Rocky Balboa y el gran desafío de la pelea amenazan su estabilidad personal. El legado de su padre, la familia (uno de los grandes temas del cine de Stallone) y la ambición se abrazan en las imágenes de esta película que mantiene intacto el sello personal de la saga, sus valores positivos y permite a Stallone de nuevo lucirse en el mejor personaje de su carrera (con permiso del también mítico Rambo) .
Creed II es una digna continuación de la saga Rocky y la secuela de Creed. Ryan Coogler (Black Panther), quién dirigió la primera parte, regresa como productor ejecutivo. Steven Caple Jr., es el director de la segunda parte, se trata de un joven realizador que viene de producir algunas series y films no demasiado conocidos y que aquí cumple su tarea de filmar con ritmo la historia, brillar en las escenas de pelea y teñir la acción de numerosos recuerdos del pasado y de los personajes . Intimismo, nostalgia, esfuerzo, esperanza, ingredientes del más puro estilo Stallone . Tal vez Caple haya renunciado a dibujar cualquier sombra de toque personal en la película, pero no era necesario ya que el escenario está definido por la historia de cada uno de los protagonistas y a él se le pedía que estuviese a la altura de sus predecesores y no traicionara el espíritu de Rocky. Ambos objetivos están de sobra logrados .
El cine del siglo XXI necesita cultivar sus mitos aunque se remonten a 1976 como es el caso de Rocky Balboa, y esta Creed II no defraudará a los admiradores de Stallone porque sabe ser fiel a la esencia e incorporar el ritmo frenético del cine contemporáneo , tamizado desde luego por un actor como Stallone que ha sabido mantenerse durante décadas en primera línea, superar las críticas negativas de buena parte de los gacetilleros convencionales y demostrar que en su estilo posee el carisma y el nervio de los actores clásicos de la vieja usanza. Stallone no interpreta sino que se convierte en Rocky Balboa, por eso derrocha autenticidad y emoción.