Enrique de Diego.
Eres un veleta, Albert, que te mueves en la dirección del viento que sopla. Has pegado tantos bandazos en tu carrera política que es legítimo dudar de que tengas algunas convicción o algún principio, fuera de que has nacido para ser presidente del Gobierno. Te aventuro que no lo serás nunca.
Partamos del presente. Ahora eres europeísta a machamartillo, liberal progresista y de centro, émulo de Emmanuel Macron, quien por cierto está en caída libre y acosado por la insurrección de los “chalecos amarillos”, y suficientemente globalista para que los amos del mundo te hayan ofrecido y hayas aceptado su pacto mefistofélico. En 2009, no hace tanto, ibas a las europeas de la mano del irlandés Declan Ganley con Libertas contra el Tratado de Lisboa, a favor del derecho absoluto a la vida, desde la cuna hasta la tumba, cuando ahora estás a favor de la eutanasia. Aquello no fue un episodio fuera de contexto, en el número dos de la lista iba José Manuel Villegas, secretario general de Ciudadanos. Iban también en la coalición la Unión del Pueblo Salmantino, que ahora son Ciudadanos en Castilla y León, con Luis Fuentes, y el Partido Social Demócrata Español, de José Luis Balbás y Manuel Tamayo.
Cambios tan espectaculares, tan copernicanos en el pensamiento de la gente, y más en la vida de un partido exigen alguna explicación, que tú nunca has dado. Se te ha permitido –hasta ahora- dar más saltos que un saltimbanqui cayendo siempre de pie, sin que nadie te haya pedido cuentas o explicaciones. Habéis sido, tú y Ciudadanos, socialdemócratas durante años y sin ninguna reflexión previa habéis pasado a ser liberales, cuando socialdemocracia y liberalismo son el agua y el aceite. ¿Por qué? ¿Fuiste consciente de tus errores pasados? ¿Qué lecturas y meditaciones te llevaron a ver la luz al final del túnel socialdemócrata? Todo esto es para reírse, Albert. Es el poder por el poder. Y eso es muy peligroso.
Los cargos de Ciudadanos no son por representación sino por delegación
Te presentas como un regenerador y resulta que tú eres el que nombras a todos los cargos orgánicos del partido, no son representativos sino por digitalización, por delegación. Esto sólo funciona así en partidos muy totalitarios y especialmente en el Partido Nacional Socialista Alemán de Adolf Hitler con el sistema de gauletiers. Pero nadie te dice nada, nadie te pregunta: ¿qué va a regenerar usted cuando los cargos regionales o provinciales o locales no son nombrados por las bases, no son democráticos, sino que los designáis tú, Fran Hervías y José Manuel Villegas jugando a los dados?
La querella maliciosa y temeraria de Ignacio Aguado
Como sabes, porque lo sabes, tu subordinado Ignacio Aguado me ha presentado una absurda, infundada, maliciosa y temeraria querella por la que me quiere meter en la cárcel…Sois tan democráticos que queréis meter en la cárcel a un periodista sólo por informar de la verdad, que no es otra que en las elecciones municipales y autonómicas de 2015 Ciudadanos practicó una financiación irregular o ilegal, que son sinónimos, de forma que cada candidato o la inmensa mayoría tenía que pagarse su campaña y no a través de la cuenta del partido sino de su propia cuenta corriente, con facturas a su empresa o a su autónomo. Y la financiación de Ciudadanos actualmente es muy discutible: el partido se financia con un bocado del 30% de las subvenciones a los grupos municipales y autonómicos con la coartada de un contrato mercantil que es un presunto fraude de ley. Pero a ti, que le levantas la voz a todo el mundo y exiges comportamientos éticos, nadie te dice nada. Espero poder ponerte ante el espejo gracias a Ignacio Aguado, que, por supuesto, te consultaría antes la querella, porque te lo consulta todo.
Ciudadanos exhala tufo a masonería y globalismo
No tiene eso mayor importancia para la cuestión de fondo. El brebaje de Ciudadanos exhala un tufo creciente a masonería y globalismo. Te vas a ir poniendo en evidencia, Albert, porque has vendido tu alma a George Soros, a los Rotschild y al desacreditado Macron, a los que nos quieren destruir. Así que no eres ni tan siquiera un caballo de Troya de la abominación de la desolación sino que ya compartes las estrategias del peor nihilismo de las élites como uno de sus lacayos adiestrados, como un mayordomo. Hacía falta un Podemos de derechas y eso es ya Ciudadanos, aunque es un partido que no es derechas, es presuntamente de mandil y triángulo. Ahí está el elogio impúdico, desmedido y encomiástico de Luis Garicano a George Soros. Conviene que la gente empiece a darse cuenta de con quien se juega los cuartos. Estás haciendo trampas, Albert. Ciudadanos es un partido que -por ahora- no provoca rechazo, que queda bien en los salones, pero es una de las grandes mentiras de la política española y estos ya no son tiempos ni para coquetear ni para enfangarse con la mentira.
Rambla Libre se basta y se sobra para desenmascarar a Albert Rivera
Me basto y me sobro con Rambla Libre, a la que no vas a callar, para desenmascararte porque la verdad no tiene más que un camino. Tú vas a ayudar mucho. Te vas a ir poniendo en evidencia. Lo estás haciendo en Andalucía, donde la lectura de los resultados no tiene vuelta de hoja: los andaluces han apostado por el cambio con una coalición PP-Ciudadanos-Vox, pero resulta que los cuatrocientos mil votantes de Vox te producen urticaria y tu objetivo es heredar “la PSOE”, mantener el botín electoral del PSOE y montar un cordón sanitario en torno a Vox. ¿Con qué legitimidad? ¿Habría que organizar un cordón sanitario a Ciudadanos por la operación de Libertas? ¿Serías capaz de explicarnos las diferencias esenciales, ideológicas o programáticas, entre Vox y Libertas-Ciudadanos?
Juan Marín, cómplice del susanato
Partamos de la base de que Juan Marín ha sido el cómplice del susanato en estos cuatro años y que tú fuiste el aliado de Pedro Sánchez en su primera moción de censura para constatar que lo que te han ordenado tus amos, esos que se creen los amos del mundo, es que tienes que salvar a la PSOE, que el PSOE se abstenga, lo que te convierte, en el presente y para el futuro, en el aliado natural del PSOE. ¿Por qué cuál es tu política en materia de ideología de género? ¿Cuál es tu política respecto a la memoria histórica? ¿Cuál es, por cierto, tu política de inmigración? ¿Cuándo Macron dice que “el islam forma parte de Francia”, qué opinas tú, Albert, su aliado? Es fundamental que aclares todas estas cuestiones, porque hablas muy rápido para no decir nada, como un charlatán de feria, como el ganador que fuiste de uno de esos concursos de oratoria en los que se defiende una postura y la contraria. Es fundamental que las aclares porque nos estamos jugando la supervivencia de esta sociedad y porque estás tomando decisiones que son una traición a los electores, también en Cataluña, donde has integrado a tu partido en las estructuras represoras del aparato mediático de la Generalitat.
Las alfombras de Ciudadanos en Andalucía
Andalucía va a ser, Albert, tu tumba política, porque hay que levantar muchas alfombras y también de Ciudadanos. Y desde Rambla Libre te vamos a ayudar. Y no te vistas con los ropajes de otros. Si se elimina el confiscatorio impuesto sobre la muerte, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, es por el PP y por Vox, porque la postura de Ciudadanos era armonizar.
Quiero salvar de esta reflexión, mientras pueda, a Inés Arrimadas, pero no tienes seguro, Albert, el feudo catalán, porque los patriotas son conscientes de que el primer que acudió a estar en la calle fue Santiago Abascal –es de justicia reconocérselo- y también el primero que acudió a quitar lazos amarillos, aunque a ti te sigan más los focos porque eres un niño mimado del sistema, nuestro Macron -el destructor de la identidad de Francia- de corta y pega.
No estamos, la verdad, para amores a Bruselas, para fronteras abiertas, para elogios a George Soros, para eutanasias y depravaciones, aquí se precisa con urgencia, con extrema urgencia, un rearme moral, que tú no representas, porque a ti te rodean Albert Rivera tales dosis de mentira que echan para atrás.
Los amos del mundo te han prometido la presidencia del Gobierno de España y te has plegado a sus torpes designios, pero su tiempo ya ha pasado; ahora toca que se enseñoreen de la escena los pueblos, esa gente con la que no contaba y que tenía que votar lo que le dijeran los medios globalistas. No vas bien, Albert. Vas mal. O cambias a la carrera o te aclaras y das explicaciones en cuestiones nucleares o hay que desenmascararte. Rambla Libre se basta y se sobra para hacerlo, con la verdad por delante.