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Bernardo Montoya confiesa ser el asesino de Laura Luelmo

Redacción




Javier de la Calle.

Bernardo Montoya, de 50 años, que había cumplido condena por asesinato y que tiene un largo historial de violencia y agresiones a mujeres, ha confesado esta mañana ser el autor del asesinato de la profesora Laura Luelmo. Bernardo Montoya, detenido en las dependencias de la Guardia Civil de Huelva, ha narrado que se cruzó en el día de autos con Laura. «Nos ha contado que se la encontró en su camino, que tuvo una fuerte discusión con ella y un forcejeo». En su confesión, Montoya ha explicado que tras dicha discusión le pegó un golpe en la cabeza, la metió en el maletero del coche y tiró su cuerpo en el lugar en el que la encontraron.

Sin embargo, la autopsia reveló que Laura murió entre el 14 y 15 de diciembre, lo que implica que estuvo viva durante dos o tres días después de desaparecer. Montoya era el vecino que intimidaba a Laura, el hombre de aspecto rudo que se sentaba a la puerta de su casa para observarla con descaro y al que llegó a temer. Así se lo transmitió Laura a su novio. Desde el principio, Montoya era el principal y casi el único sospechoso.

Bernardo Montoya Navarro, con un largo historial de antecedentes criminales, se había instalado en la casa que su familia tenía en El Campillo tras salir, hace apenas dos meses, de la cárcel en la que había cumplido condena por un robo con violencia, aunque antes ya había estado en la cárcel, precisamente por un asesinato.

Fue en diciembre de 1995. Bernardo entró en la casa de una vecina de 82 años de la localidad donde reside su familia, Cortegana (Huelva), que lo había sorprendido robando y lo había denunciado. Bernardo regresó a su casa «provisto de un machete y con la finalidad de acabar con la vida de la anciana para impedir que esta pudiera declarar en su contra en el juicio» que se iba a celebrar contra él por «allanamiento de morada y lesiones», ya que en el intento de robo, Bernardo hirió a la anciana en la garganta con un cuchillo.

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La sentencia, de noviembre de 1997, lo condenó a 17 años y dos meses de cárcelpor un delito de asesinato. Unos años después, en abril de 2008, una joven de 27 años fue atacada por un hombre cuando paseaba con su perro por un parque de la localidad onubense de El Campillo, donde vivía Laura, a 46 kilómetros de Cortegana. El pastor alemán de la joven recibió una puñalada de 15 centímetros pero logró evitar lo que, según le acusó la chica, fue un intento de violación. El hombre que la agredió, según publicaba ‘Huelva Información’, era un vecino de la zona que cumplía condena por asesinato desde hacía 12 años y se hallaba de permiso penitenciario. Sus iniciales eran B. M. N.

El autor confeso tiene una novia en la Prisión Provincial de Huelva, con la que compartió un ‘vis a vis’ el pasado viernes, y donde la Guardia Civil busca ahora unas bolsas de basura que tiró en la cárcel  y que podrían estar relacionadas con el crimen.