Virginia Montes.
La inseguridad se ha convertido en la preocupación número uno de los daneses y esa inseguridad está provocada por los inmigrantes, la mayoría de ellos musulmanes. El 98% de las violaciones en Dinamarca están protagonizadas por inmigrantes. Dinamarca ha decidido habilitar la isla de Lindhom como cárcel, desde la que deportar a los inmigrantes que hayan cometido delitos.
Lindhom se encuentra a cien kilómetros de Copenhague. A ella serán llevados, desde 2021, los extranjeros condenados a expulsión, pero también aquellos a los que se denegó la solicitud de asilo.
Los primeros migrantes afectados no pueden ser recibidos durante más de dos años porque la isla se ha utilizado para la investigación sobre la rabia canina y la peste porcina y debe descontaminarse. Para el ministro de Finanzas danés, » un ferry les permitirá hacer viajes de regreso a la isla, pero no navegará las 24 horas y los delincuentes tendrán que estar en el centro por la noche. Así podemos monitorear mejor dónde están «.
Según Courrier International, las reacciones a esta decisión son numerosas pero bastante favorables. «Para que la política de integración y la voluntad de ayudar a estar en línea con la realidad en la sociedad danesa, es necesario que más refugiados regresen a sus países cuando las condiciones lo permitan «, escribe un periódico conservador. Politiken, un periódico socio-liberal, está de acuerdo con la necesidad de expulsar a los migrantes criminales , pero encuentra » cínico e innecesario humillarlos en el camino, expulsándolos con políticas simbólicas «.
Dinamarca, que ya no recibe refugiados desde este año, inicia ahora la política de inmigración centrada en las deportaciones.