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Podemos, partido de los emporrados

Redacción




Editorial.

Con la inmensa frivolidad que caracteriza al personaje, Pablo Iglesias ha propuesto la legalización de la marihuana. De manera harto curiosa, en pleno debate sobre unos Presupuestos desastrosos, ha utilizado sin rubor un argumentario directamente mercantilista: se conseguirían «ingentes beneficios«. Iglesias propone por añadidura convertir al Estado en el monopolista del narcotráfico. Hay que imaginarse al Estado haciendo campañas de publicidad institucional a favor del consumo del cannabis. Es un delirium tremens. Por supuesto, esos «ingentes beneficios» de este lenguaraz personaje servirían para financiar una salud pública de calidad y de paso el elevado coste de su seguridad y la de su mansión.

Pablo Iglesias. /Foto: RTVE.es.

«El debate no es ya el de si hay que legalizar o no el cannabis, sino quién es el primero en hacerlo«, ha afirmado Pablo Iglesias. En fechas recientes lo ha hecho Canadá, una nación que se está hundiendo en los dictados de la corrección política. Podemos se sitúa así como el partido de los emporrados. Los ámbitos de los que ha surgido Podemos son de hecho consumidores de drogas, como sucede con la Facultad de Políticas de la Universidad Complutense, donde las adicciones son el paisaje habitual.

La postura de Podemos es coincidente con la campaña lanzada a nivel mundial por el magnate globalista George Soros. Uno de sus objetivos es conseguir personas y sociedades muy manipulables, con pérdida del sentido de la realidad. Soros es uno de los financiadores del entramado de Podemos y en la contabilidad de la Open Society se presumía de tener a sueldo y bajo su influencia a todos los eurodiputados de Podemos, empezando por el propio Pablo Iglesias.

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Hay que oponerse con toda firmeza a este despropósito de este partido de drogadictos, que pretende una banalización mercantilista de la droga. Los efectos de la marihuana sobre el cerebro son demoledores. Una generalización de la drogadicción lo que conllevaría sería un incremento exponencial de los gastos sanitarios. Este profesorucho de Políticas desarrolla una política bajo los efectos del canuto ideológico. La marihuana provoca reacciones y coordinación más lentas entre los ojos y las manos, mareo, percepción distorsionada del tiempo y la distancia, dificultad para aprender y recordar, confusión, ansiedad, pánico o paranoia, eleva el ritmo cardiaco entre el 20% y el 100%, hace ver u oír cosas que no son reales. Es, por tanto, una droga que favorece o provoca esquizofrenia y en sí una enfermedad mental grave como la disforia o pérdida del sentido de la realidad. Bajo sus efectos, se duplican los accidentes de tráfico y 5 veces los infartos.

Pablo Echenique, en rueda de prensa. /Foto: elmundo.es.

Una sociedad emporrada es una sociedad altamente manipulable porque pierde el sentido de la realidad. Es lo que le sucede a Podemos cuyas propuestas económicas y políticas nada tienen que ver con la realidad, ni con los mecanismos de generación de riqueza, ni con el sentido del esfuerzo y la laboriosidad necesarios para que una sociedad progrese, sino que se mueven entre la frivolidad y un tosco totalitarismo.

El cannabis provoca daños irreversibles en el cerebro y en la personalidad. Dada la disposición de mentiroso Pablo Echenique a someterse a análisis de trazas de drogas, sería altamente significativo y esclarecedor proceder a tales análisis en los congresos y actos públicos de Podemos, para confirmar que estamos ante una formación política de drogadictos.