Virginia Montes.
Socialdemocracia y Suecia han sido sinónimos durante décadas. Suecia ha sido el paradigma de la socialdemocracia. Ya no. Stefan Löfven ha sido destituido como primer ministro por el Parlamento al poder por 204 contra 142 una moción de censura presentada por centroderecha y apoyada también por los identitarios de Demócratas de Suecia. Los 62 escaños de este partido desequilibran el casi empate entre el bloque de izquierdas, 144 escaños, frente a los 143, de la Alianza de centroderecha. “Suecia necesita una nueva dirección y un nuevo gobierno”, dijo hoy el líder conservador, Ulf Kristersson, antes de la votación en el estrado del Parlamento.
El líder del SD, Jimmie Åkesson, aseguró que su partido tiene un punto de vista “pragmático” y que está dispuesto a negociar con todos los partidos y a asumir compromisos, pero no lo hará gratis. “Echaremos a cualquier gobierno que no nos dé influencia de acuerdo con nuestro tamaño”, afirmó. El presidente del Parlamento, el conservador Andreas Norlén, deberá iniciar ahora las conversaciones con los líderes de los grupos parlamentarios para escoger al que considere que tiene más apoyos para formar un ejecutivo y sacar adelante unos presupuestos.