Miguel Sempere.
Parecería que Vox ha atravesado la travesía del desierto y está tomando fuerza aupado por las encuestas que le conceden el 3% de los sufragios, 500.000 votos, lo que le concedería uno o dos diputados, y una mejor posición en las elecciones de mayo al Parlamento Europeo con cinco eurodiputados.
La estructura de Vox está ofreciendo datos positivos de expansión. Informa, por ejemplo, de que ha alcanzado la cifra de 10.000 afiliados pagando cuota, concreta. Está celebrando actos por diversos puntos de España y abriendo sedes.
📣🇪🇸 La #EspañaViva desembarca hoy en Murcia con @Ortega_Smith
Empieza la cuenta atrás para el gran acto del 7 de octubre en el Palacio de Vistalegre de Madrid para exigir elecciones ya.
Reserva tu sitio en la historia. 📥 Entradas y 🚌 autobuses en https://t.co/wDrwwSg4LD pic.twitter.com/6YpkG6bU9E
— VOX 🇪🇸 (@vox_es) September 15, 2018
El reto estrella es, sin embargo, la celebración de un acto de afirmación patriótica en el Palacio de Vista Alegre, el 7 de octubre, para el que afirma que tiene ya 2.000 confirmaciones de asistencia. Vox ha empezado a calificarse a sí mismo y a sus seguidores como la España viva. La petición de confirmación se basa en que se ofrecen autobuses gratis para acudir al acto, en el que intervendrán los dirigentes del partido, con su presidente, Santiago Abascal, y la referencia moral de la formación, José Antonio Ortega Lara.
Vox, un partido identitario homologable a los que van ascendiendo por toda Europa, estaría siendo asesorado por Steve Bannon, en su estrategia de formar un grupo parlamentario único en el Parlamento europeo, una especie de Internacional identitaria.
Las expectativas electorales de Vox estarían mejorando, además de por su posición en la cuestión catalana, donde ha tomado protagonismo como acusación popular en el sumario que lleva el juez Pablo Llarena, y acudiendo a las manifestaciones patrióticas, por la tendencia a situarse en el centro que han intensificado tanto el Partido Popular como Ciudadanos, partidos que, por ejemplo, se abstuvieron en la votación sobre la profanación de la tumba de Franco o votaron a favor del decreto que dota a los Servicios Sociales de los Ayuntamientos de competencias parajudiciales sobre la patria potestad. Si bien el PSOE acusa continuamente a PP y Ciudadanos de estar pugnando por los votos de lo que descalifica como extremaderecha, en realidad están dejando libre por completo el espacio electoral de la derecha conservadora, en cuestiones fundamentales como la inmigración.