Pilar Gutiérrez. Movimiento por España.
En el día aciago de 13 de septiembre de 2018, los supuestos representantes del Pueblo han votado al unísono el fin de la democracia en el Congreso de los Diputados. Y lo celebraron de la manera más abyecta: con aplausos y abrazos. En este día histórico la Oposición ha desaparecido en España, haciendo oídos sordos a la voluntad mayoritaria de sus votantes y del Pueblo español expresada en las encuestas y en nuestro LLAMAMIENTO y plegándose a los dictados del Poder ejecutivo… ilegítimo, para más INRI. Y lo ha hecho contra sus propias convicciones políticas expresas por la ilegitimidad del decretazo de exhumación de Franco.
Ya no hay separación de poderes en España, pues el poder judicial también está sometido al partido en el Poder desde tiempos de Felipe González, y los jueces y fiscales díscolos perseguidos y expulsados (cuando no asesinados). Si ya el poder legislativo es también otra comparsa del gobierno, ¿qué clase de democracia es esta? Más aún cuando los diputados se niegan a representar la voluntad de sus votantes y la traicionan flagrantemente, en el caso del PP y C’s?
Pues la misma de las “Repúblicas democráticas” comunistas, como se hacían llamar en tantos países totalitarios y como pretendía ser la República de los años 30 en España.
Porque ellos no creen en la democracia ni en la libertad, como ya se ha visto de nuevo en sus descendientes políticos actuales que han acabado con ellas en todos los poderes del Estado: ejecutivo, judicial y legislativo. Para eso había sido preparada esta pseudo-democracia desde hace 40 años, una democracia de Photoshop que ya ha enseñado la patita.
Y se ha demostrado fehacientemente que Franco tenía razón de nuevo, que el Pueblo español no estaba ni está preparado para la “democracia”. Porque ese porcentaje altísimo de españoles que se ha abstenido en tantas elecciones o ha votado con la nariz tapada en vez de votar a partidos afines, son también responsables de esta situación. Entre todos la mataron y ella sola se murió… un 13 de septiembre de 2018.
La democracia tiene un precio muy alto, pues además de pagar a la casta política parasitaria y a sus medios de comunicación ideologizados, el Pueblo tiene que suplir lo que no hacen sus representantes, con campañas políticas onerosas para el ciudadano de a pie, a las que sus representantes hacen oídos sordos e incluso persiguen y acosan, a menos que sean “de los suyos”.
Así pues, con su pretensión de “matar al líder” de la España eterna y con el beneplácito de sus comparsas, España inicia el camino hacia la revolución comunista-bolivariana y la nueva persecución a los disidentes…. Si Dios y el Pueblo español, no lo remedia. Nosotros, al menos, daremos la batalla.