Virginia Montes.
El secuestro y asesinato de una joven universitaria a manos de un inmigrante ilegal ha puesto de nuevo de actualidad la política de inmigración. Cristhian Bahena Rivera, de 24 años, ha confesado ser el asesino de Mollie Tibbetts, de 20 años, y llevó a la Policía hasta el lugar donde enterró el cadáver, en un campo de maíz a unas 19 millas al sureste de Brooklyn, Iowa, donde Tibbetts fue vista por última vez haciendo deporte.
Mollie llevaba desaparecida desde el 18 de julio y en su búsqueda se había montado un gran operativo. ”No puedo hablar sobre el motivo. Puedo decirles que parecía que él la había seguido, que parecía atraído por ella ese día en particular “, dijo Rahn a los periodistas en una conferencia de prensa ante la oficina del sheriff en Montezuma, donde Rivera ha sido encarcelado con una fianza de un millón de dólares en efectivo.
El impacto emocional ha sido tremendo y ha pasado al campo de la política. Donald Trump, a raíz del suceso, ha calificado de «una desgracia» las políticas de inmigración. El gobernador republicano de Iowa, que se enfrenta a la reelección en noviembre, arremetió contra un sistema de inmigración que “permitió que un depredador como este viviera en nuestra comunidad”. Y los dos senadores republicanos de Iowa calificaron la muerte como una tragedia que “podría haberse evitado”.
”Habéis oído sobre hoy con ese inmigrante ilegal, muy triste, de México, y vieron lo que le sucedió a esa increíble y hermosa joven”, dijo Trump a la multitud en Charleston. “Nunca debería haber sucedido. Ilegal en nuestro país. Hemos tenido un gran impacto, pero las leyes son muy malas. Las leyes de inmigración son una desgracia, las estamos cambiando, pero tenemos que conseguir más republicanos. Tenemos que conseguirlos”.
La gobernadora de Iowa Kim Reynolds dijo que los vecinos están desconsolados y enojados. Los senadores Chuck Grassley y Joni Ernst prometieron: “No podemos permitir que estas tragedias continúen”.