Enrique de Diego.
Al borde del abismo, Federico Jiménez Losantos ha dado un decidido paso al frente. Estamos ante el tramo final de lo que ya tiene todos los visos de ser una aventura equinoccial. La ampliación de capitales que Libertad Digital SA puso en marcha en septiembre ha resultado un nuevo fracaso.
No tanto como la anterior en la que previó recoger 3,2 millones de euros y sólo recolectó 432.670 euros. Se trató de un fiasco monumental. Esta ampliación de capitales era abierta. Como Losantos no tiene ningún inversor externo dispuesto a apostar por su proyecto empresarial, en este caso lo que se planteó fue una ampliación de capitales por 1,5 millones de euros, para conseguir liquidez, y restringida exclusivamente a los accionistas actuales. Ese ya es el primer fracaso de partida. Pero es que, además, ni esa ampliación que Federico tenía que tener calculada de partida para no marrar no se ha cubierto en su integridad. El dinero suscrito y desembolsado asciende a 995.920 euros, que no resuelve los agujeros si se tiene en cuenta que la empresa ha perdido más de 1 millón de euros sumando los dos últimos ejercicios, y eso sin tener en cuenta los tejemanejes contables por los que Libertad Digital SA afirma que el resto de las empresas del Grupo, que son inexistentes y sin negocio real, le deben más de 3,3 millones de euros.
Según fuentes solventes, Federico Jiménez Losantos habría desembolsado la mayor parte de ese dinero, comprometiendo patrimonio personal y familiar. Eso significaría, según expertos contables, que Losantos cree en su proyecto (el único), pero también que no está en condiciones de que se entre en su contabilidad, para no tener que asumir responsabilidades por la gestión y también que no está dispuesto a asumir su fracaso personal, y espera que un ascenso electoral de la derecha le beneficie, lo que podría dar lugar a futuros escándalos, dada su trayectoria. De paso, lo que ha hecho Losantos es descapitalizar y reducir la participación de los accionistas minoritarios que acudieron a comprar acciones en el inicio de Libertad Digital SA.