Enrique de Diego.
¡Te has lucido, Federico! ¡Vaya petardo de delincuente que has puesto al frente del PP! Presunto, claro, porque esperemos que la amistad de la juez con la tortuosa María Dolores de Cospedal, esposa del conocido comisionista manos largas Ignacio López del Hierro, no condicione su criterio. Por plagiar unos párrafos de una tesis, en cualquier democracia del mundo, se echa a los políticos a la puta calle, y el viejo prematuro éste que nos has vendido, fámulo de Aznar y efebo de Esperanza, tiene un curriculum que da grima verlo. Sé que la Universidad española es una mierda y una cloaca pero con Pablo Casado se han superado todos los niveles de la indecencia, el chalaneo y el tráfico de influencias. Vamos que tiene un curriculum que es más falso que un Judas de plástico y me quedo corto.
Una Licenciatura en Derecho por el Colegio Universitario Cisneros de la Universidad Complutense, una Licenciatura en Administración y Dirección de Empresas en la Rey Juan Carlos, y una colección de másters de corta y pega desde Harvard hasta el IESE, pasando de nuevo por la Rey Juan Carlos, sin pisar un solo aula el muy capullo. Indigna que haya habido que hincar los codos para sacar un título universitario y a tu ahijado, Federico, se los hayan regalado como churros. Este delincuente –presunto- lo que tiene que hacer es irse de la vida pública, matricularse de nuevo y buscarse un trabajo decente, que desde el año 2.004, con 23 años, ya entró de chupatintas y mamporrero como asesor parlamentario del vicepresidente y Consejero de Justicia e Interior del Gobierno de la Comunidad de Madrid, que lo mejor que se podría hacer con ella es cerrarla y luego pelota mayor de José María Aznar, el abridor de todas las puertas a la inmigración invasiva y a los fondos buitres, el que depredó las cajas y las hundió y el que se inventó el sistema de los sobres en Génova, que lo trajo desde Valladolid, para terminar de diputado cunero por Ávila. Vamos, una vergüenza de personaje, reivindicando el taimado a Adolfo Suárez.
Cualquier organización humana ha de tener los mecanismos para que un trepa de esta calaña no ascienda y líe, pero, como me dice un amigo que conoce bien a los peperos y los tiene por pura escoria, éste era un cónclave de borregos, de detritus de burócratas del partido con ganas de aplaudir y colocarse a tanto el culo, y han puesto al que les parecía que se semejaba más a Albert Rivera y más a Macron, aunque estoy ya de las operaciones macronistas por encima de la coronilla, porque no siendo santo de mi devoción, Macron es egresado de la ENA y ha sido alto ejecutivo de la banca Rothschild, no bancario de ventanilla como Rivera ni licenciado de aquí te pillo aquí te mato en el Colegio Universitario Cisneros, calambrazos de la sita Esperanza de por medio, a doce asignaturas en cuatro meses y tiro porque me toca, que estamos de rebajas o en la tómbola y a usted le puede tocar una muñecha Chochona o una Licenciatura.
Y vaya vergüenza de primarias, Federico, porque si hay segunda vuelta ha de ser con el mismo cuerpo electoral, y no con éste brebaje indigesto que ha montado el PP para recalar en el pútrido aznarismo.
Lo has hecho fatal, Federico, todo lo que tocas lo conviertes en mierda. Pase que Soraya ha marrado en Cataluña pero tu mañaco es corresponsable de todo, que era el papagayo de Rajoy y nada parecido a un rebelde, ni a un disidente, sino la estricta voz de su amo. Por cierto, ¿a dónde va el caótico Santiago Abascal hablando de “puntos de encuentro”? Anda, Santiago, que tienes unas ganas de volver al PP que, al menos, deberías disimularlas un poco.
Y ahora, Federico, el borrico orejón, con qué canción nos vas a salir, qué vas a hacer con tu bigamia, y no me refiero a las clases particulares de Ayanta Barilli, sino con quién vas a torrar a las tres viejas abducidas que te siguen sobre a quién deben votar: ¿a Albert Rivera o a Pablo Casado? Una solución que les evitaría a las pobres viejas quebrantos de cabeza es que se unan y Ciudadanos quede sólo en Cataluña, pero, buena la has liado, quién de estos dos mediocres se va a apear de sus ambiciones. ¡Las vas a volver locas, bígamo, más que bígamo! Tú con tal de trincar pasta y evitar la quiebra de tu chiringuito eres capaz de todo.