Enrique de Diego.
Llevas una racha, Albert, que parece que te ha mirado un tuerto. Llevas tiempo encadenando torpeza tras torpeza. Tus tremendos errores no son mero fruto de tu incapacidad táctica sino de tu completa falta de principios. Antepones siempre tu interés al de tu partido, aunque bien mirado tu partido no existe, sois tú y una pandilla de amiguetes; antepones el interés de tu partido al de la nación y eres tan desmedido en tu ambición como en tu torpeza. He aquí algunos de tus groseros errores tácticos:
1.- Impones un artículo 155 que tiene como absurdo objetivo la convocatoria inmediata de elecciones, a las que pueden presentarse los golpistas, de modo que pasamos de Carles Puigdemont a su mayordomo, Quim Torra. De esa forma, los constitucionalistas tienen que concentrar el voto en Ciudadanos.
2.- Rompes con el Partido Popular tu acuerdo de apoyo a la aplicación del artículo 155 y al tiempo negocias y apoyas los Presupuestos Generales del Estado. No hay coherencia, no tiene sentido, ni con tu charlatanería se comprende: “son nuestros Presupuestos”, “son los Presupuestos de Ciudadanos”.
3.- Quieres acceder a la presidencia del Gobierno con los Presupuestos aprobados, pero no sabes ni sumar, que es lo mínimo. Si no hubieras apoyado los Presupuestos, hubieras forzado la convocatoria de elecciones anticipadas, que es lo que realmente te convenía a tenor de las encuestas.
4.- Desatas una cruzada contra Mariano Rajoy tras la sentencia del caso Gürtel exigiéndole que convoque elecciones y llegas ya tarde porque lo que hiciste fue actuar de liebre de Pedro Sánchez.
Tanta torpeza sólo es inteligible por el asesoramiento de Pedro J Ramírez, que por vía de Cruz Sánchez de Lara, es un doble agente al servicio del PSOE y por las ganas de medrar sin la racionalidad de medir los tiempos.
Después de haber quedado descolocado se te han visto las costuras, de forma que tú, Albert Rivera, no formas parte de la solución de España sino de su problema. Mira, progre acomplejado, lacayo de la derecha pagana, cuando se establece la necesidad de elecciones es que no se considera legítimo al Gobierno y, por ende, nunca, nunca se puede pactar con él y menos votar en lo más mínimo con el partido socialista, y tú y tus mariachis lo habéis hecho. Resulta que apoyas la eutanasia planteada por el partido socialista, que convierte a los hospitales en campos de exterminio nazis. Es absurdo que votes con el partido socialista, eso es legitimarlo en estos momentos excepcionales.
Pero, además, te recuerdo que en fechas no tan lejanas como el año 2.009 te presentaste en coalición con Libertas a las elecciones europeas, meritorio intento de generar un lobby próvida en el Parlamento de Estrasburgo. Así que en 8 años has pasado de la cultura de la vida a la cultura de la muerte y eso precisa muchas explicaciones. Aunque hay una que lo hace inteligible: Albert, tú no tienes principios, ni un solo principio, tú no sirves. Has pasado del centro izquierda al centro derecha, de la socialdemocracia al liberalismo, para terminar recalando en la indefinición del centro.
Hay cuestiones sobre las que o no se conoce tu pensamiento o no lo tienes o hay que ponerse en lo peor. Bien está que te ausentes cuando se pretende asaltar RTVE, pero ¿cuál es tu postura sobre la inmigración? Ni una sola crítica al efecto llamado trayendo al Aquarius y al Open Arms. Da toda la impresión de que tu postura es la misma que la de Pedro Sánchez y Ada Colau, y así no sirves para nada ni vas a ninguna parte. En las cuestiones esenciales pareces un satélite del PSOE. O bien un maricomplejines al cuadrado que Rajoy o bien un lacayo de los poderes oscuros del capitalismo salvaje. Macron, te advierto, está en las cotas más bajas de popularidad y aquí ese tiempo ha pasado. Ahora sólo tiene cabida un discurso claro, con principios y convicciones. Tú, Albert, hablas rápido y fluido, pero no dices nada; tienes forma, pero careces de contenido. Eres un charlatán de feria.
Albert, ni tan siquiera eres Macron, solamente su parodia.