Rambla Libre.
Desde Rambla Libre queremos compartir con nuestros compatriotas la convicción de que nuestra Patria vive momentos decisivos de su historia, en los que la sociedad española se encamina hacia un desastre sistémico culminación del fracaso del régimen del 78.
La excepcional formal de acceso al poder del actual Gobierno, manifiestamente minoritario, con resultados electorales que representaron un fuerte castigo al PSOE y su candidato, no tenía otra legitimidad que la convocatoria inmediata de elecciones, como fue el compromiso de Pedro Sánchez en el debate de la moción de censura. El Gobierno carece de legitimidad de origen y de ejercicio, puesto que no tiene respaldo para aplicar ningún programa que fue abrumadoramente rechazado en las urnas. Es un Gobierno ilegítimo, de un partido minoritario, ante el que los españoles deben estar preparados para una movilización general.
Sin mandato ni legitimidad el Gobierno está adoptando medidas que provocarán la ruina definitiva de la sociedad y que sumen a España en un proceso de ingeniería social de consecuencias catastróficas. En la cuestión clave de la inmigración, el Gobierno ilegítimo está proponiendo España como el puerto de la ruta Libia, el centro de operaciones de las ONG esclavistas, el destino de la ruta marroquí y con entreguismo completo de la soberanía nacional en el trastero de Alemania. El Gobierno quiere convertir a España en una nación africana, dentro de un demencial proceso de islamización, con cargo al contribuyente.
Rechazamos el concepto de solidaridad como el hurto legal del dinero de los contribuyentes para, al tiempo, criminalizarlos y someterlos a conflictos añadidos y a la inseguridad de la que está saliendo Italia.
Este Gobierno débil, dedicado exclusivamente a la promoción personal del presidente, con márketing ridículo, está cediendo soberanía en todos los frentes, en el exterior, con una posición lacaya ante Alemania, y en el interior, a los separatistas, golpistas y sediciosos. El Gobierno afirma que esto es diálogo, cuando cada uno dice una cosa y la contraria, y no hace más que engañar y engañarse.
Mientras el Gobierno se muestra tan complaciente con los patentes delincuentes incursos en los delitos de sedición y rebelión, recurre al más tosco y torpe guerracivilismo pretendiendo dividir a la sociedad española, con una política de gestos y con amenazas de proyectos legales que imponen la mentira histórica en gran escala y con inequívocos tintes totalitarios.
Las líneas iniciadas y las medidas anunciadas con un irrestricto incremento del gasto público -incluye medidas nítidamente injustas como hacer recaer sobre los contribuyentes la sanidad de quienes han accedido ilegalmente y deberían ser expulsados de inmediato- y un aumento de la presión fiscal, tanto directa como indirecta, sobre el peso y el sufrimientos insoportables que padecen las clases medias, sólo llevará a un escenario de desolación y tragedia con la suspensión de pagos y la depauperización de los pensionistas.
Los españoles de esta hora aciaga, que han sesteado durante décadas cediendo su soberanía a una casta depredadora, deben rearmarse moralmente para proceder a una movilización general que erradique todos los privilegios de la casta política y económica, que conduzca a un Gobierno decente y limpio que derogue toda la estúpida legislación totalitaria –Ley de Memoria Histórica, Ley Integral contra la Violencia de Género, leyes de privilegio para el colectivo minoritario LGTBI y cuantas atentan contra el derecho a la vida-, elimine las autonomías, auténtico cáncer de España y reforme la Ley electoral poniendo un tope para el acceso al Parlamento. Un Gobierno decente y limpio que prestigie la función pública y dignifique a los funcionarios esenciales y eche a todos los enchufados por los partidos. Bajos impuestos y pocos políticos.
En las tremendas horas que se avecinan es fundamental que cada patriota dé lo mejor de sí mismo y se produzcan procesos de unidad frente a los parásitos y destructores de la sociedad española. Se acerca el tiempo en que una rebelión cívica habrá de afrontar, con energía vital, la tarea de regenerar España, nuestra querida Patria.