AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Las grietas de Jara

Redacción




Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.

Existe una grieta pequeña, que crece día a día, en la pared de un apartamento contiguo a una obra en construcción. Hay otra interior que parte en dos al protagonista, el arquitecto Pablo Simó, al conocer a la bella Leonor. Una tercera, enorme, obliga a los personajes y al espectador a elegir bando: «¿y vos de qué lado estás?».

Claudia Piñeiro

La actualidad de los estrenos cinematográficos se ve oscurecida por la omnipresencia de los Mundiales de fútbol, si bien más de uno de esos partidos trepidantes – con las hazañas o con los avatares de sus estrellas- ofrecen material más que suficiente para una historia de cine .

La vida cultural en España – por si fuera poco – se ha visto agitada por las andanzas del nuevo gobierno del socialista Pedro Sánchez, surgido de una moción de censura y que supone la primera vez en la democracia española que un presidente accede la cargo sin haber ganado las elecciones. Eso sí, en la moción de censura contó con todos los votos contradictorios posibles, desde el racismo independentista de una cierta Cataluña radicalizada, los comunistas de Podemos (aunque algunos sean millonarios ) o nacionalistas del más variado pelaje . El fichaje estrella (si bien el estrellato presunto era mediático de programas del corazón y tenía poco que ver con el rigor intelectual y la calidad artística ) de Maxim Huerta se vio frustrado con la forzada dimisión en apenas seis días de su titular. El nuevo titular, José Guirao, parece prometer mayor seriedad. El peligro para la libertad de expresión viene, sin embargo, de otros sectores de este Gobierno cuya única misión debiera ser la convocatoria de elecciones, y que quieren imponer tribunales de una llamada memoria histórica. ¿Volverá la censura o directamente se multará o encarcelará a los discrepantes?

NO TE LO PIERDAS:   Juego de castas

El cine español hubiera necesitado de un nuevo Berlanga que reeditara su mítica Todos a la cárcel: embajadas falsas de una independencia inexistente, dinero malversado a raudales, financiación de partidos y sindicatos, tramas sobre expedientes de regulación de empleo y cursos de formación, mediocridad preocupante de casi todos ….  Lamentablemente el cine español, con las debidas excepciones, se encuentra más a gusto en la corrección política y en los caminos trillados.

 

En este escenario y a la espera de los grandes estrenos de verano con superhéroes y grandes presupuestos llama la atención la coproducción hispanoargentina: Las grietas de Jara, un thriller político irregular pero no exento de interés.

Las grietas de Jara es una película dirigida por Nicolás Gil Lavedra con Óscar Martínez, Joaquín Furriel, Soledad Villamil, Sara Sálamo y la colaboración especial del siempre brillante Santiago Segura.

https://www.youtube.com/watch?v=Utqvhpok7-c

El argumento proporciona una idea de su tono de trhriller político en la línea de Sidney Pollack o John Frankenheimer:

Cuando la hermosa Leonor llega al estudio de arquitectura Borla y Asociados buscando a Nelson Jara, tanto Mario Borla como su socia Marta Hovart y Pablo Simó, el arquitecto más antiguo de la constructora, aseguran desconocer ese nombre por completo. Pero todos mienten. La verdad comienza a desentramarse a través de los recuerdos de Pablo Simó. Pablo debería llevar adelante el desagradable trabajo de lidiar con Nelson Jara, un indignado propietario del edificio lindante a una obra del estudio, damnificado por una grieta en la pared de su living provocada por un error en la construcción.  “

La búsqueda de Jara es un recurso McGuffin ( al estilo de Hitchcock ),  es decir una excusa para construir el relato de dudas y traiciones que va a marcar las trayectorias de los personajes.  Los nervios de esa búsqueda parecen encubrir algo turbio. Ahí reside el suspense central de la película.

Las grietas de Jara, una coproducción hispano-argentina, es la cuarta adaptación cinematográfica de la famosa novelista Claudia Piñeiro tras Las viudas de los juevesBetibú y Tuya y, al igual que en las anteriores, la escritora hace un cameo. 

La novela dibuja ese cataclismo de emociones de forma prolija. Las grietas humanas se convierten en extorsión, mentira, simulaciones, podredumbre moral. Tal vez la película se pierda un tanto por su afán de resultar lo más fiel posible al texto original. Pero cuando el ritmo decae llega la colaboración de Santiago Segura. El actor y creador de Torrente interpreta a un jefe manipulador y perverso y su carisma levanta enseguida el ritmo aparte de devorar al resto de compañeros de reparto.

Junto a él destaca el ambiguo personaje de Soledad Villamil.

El resto de los actores sostiene con su buen hacer la película: el hombre común y corriente encarnado por Furriel que ve tambalear su universo personal. Y el inquietante Óscar Martínez, amenazante, misterioso, capaz de envolver a todos con su falsedad.

El filme dirigido por Nicolás Gil Lavedra (Verdades Verdaderas, 2011) es un thriller con una abierta crítica social que se propone reflexionar sobre los dilemas morales, el estancamiento profesional, la crisis matrimonial y la pérdida de la inocencia. Hay demasiadas subtramas en el desarrollo de la historia, pero nunca se llega a perder el eje principal. Las grietas de Jara se convierten así en una metáfora de unos personajes vulnerables en una sociedad llena de inestabilidad. Tal vez la película no logre destacar entre los partidos de fútbol ( incluidos los de la selección argentina ) pero pese a sus irregularidades merece una oportunidad.