Enrique de Diego.
Es tradición milenaria apodar a reyes y gobernantes. Siento predilección por el apodo de Garci Fernández, el segundo conde de Castilla, el de las bellas manos. En la mitología griega, Midas, rey de Frigia, fue premiado -por su hospitalidad con Sileno- por Dionisos con el don de convertir en oro cuanto tocaba, lo que le trajo serios inconvenientes, pues le resultaba imposible ingerir alimentos, hasta que solicitando ser liberado de tal don tuvo que bañarse en el río Pactolo, que desde entonces arrastra arenas auríferas. En tu caso, Pedro Sánchez, presidente de España por la voluntad de cuantos la odian y quieren destruirla, tu manifiesto don es convertir en mierda cuanto tocas; eres el Rey Mierdas.
Resulta repugnante la flatulenta prepotencia con la que has llegado al poder, sin respaldo popular, siendo el mayor de los fracasos en la historia del PSOE, ese partido que no ha hecho más que daño a España y a los españoles, empezando por provocar una guerra civil y por haber dado algunos de los mayores sádicos asesinos como Santiago Carrillo o García Atadell. Ni Felipe González, con los diez millones de votos del 28 de octubre de 1.982, llegó con tanta arrogancia insustancial.
Tú, Rey Mierdas, no eres el presidente de España. Eres un accidente en el camino del devenir histórico, manriqueña verdura de las eras. No vas a terminar la legislatura, por supuesto. Has llegado con tus estupideces zapateriles, con tu retahíla de consignas para ignorantes proteicos, para completos imbéciles, bien alimentados con la sangre del contribuyente. Has llegado como un ungido satánico, prometiendo a todos el oro y el moro, emitiendo facturas y pagarés a los que no podrás hacer frente, y proponiéndote llevar al hambre y la miseria a los españoles, que no te lo van a perdonar, con estulticias tan clamorosas como que subir el precio de las gasolinas no perjudica a los trabajadores como, si pedazo de idiota, sanguijuela fiscal, los trabajadores fueran en burro alimentado con algarrobas.
Tú Gobierno es una exaltación de la mediocridad, una colección de mindundis, de patentes antipatriotas, de degenerados ideológicos, que con una mierda de respaldo electoral -5.424.709, 22,66%- con el que tendrías que mostrarte humilde y circunspecto, y tus ministros pedir perdón en cada casa por su osadía, estáis actuando dando lecciones de maestros ciruelas como si tuvierais mayoría absoluta o tuvierais algo real que decir cuando sois la patulea más garrula y más creída que ha dado la piel de toro, como si salierais de la hibernación del Jurásico zapateril, evacuando por vuestros esfinter chorradas que ya se han demostrado falsas y destructivas y de las que toda Europa está de vuelta. Sois la hez y la inmundicia de España, escoria política, okupas antidemócratas, totalitarios acomplejados de pasta flora.
Has puesto en marcha dos tendencias -principios, no tienes- contradictorias y que conllevan la miseria de las sociedades y la ruina de las familias: gastar mucho (has empezado por aumentar los ministerios para colocar floreros y floreras) y subir la presión fiscal, con lo que se contrae la economía y se recauda menos. Ya Rajoy ha sido el campeón de la deuda, comprada -no engañes Rey de Mierdas- por el Banco Central Europeo, que en otoño bajará el ritmo de compra y el 1 de enero frenará en seco el dispendio, con lo que, Pedro Sánchez, vas a llevar a España a la suspensión de pagos, sin dinero ni para pagar las pensiones -porque no es cuestión de voluntarismo demente, sino de racionalidad- mientras te vas a fundir la friolera de tres mil millones de euros en dar sanidad gratis -con cargo al contribuyente, pedazo de berzotas- a los inmigrantes ilegales, a los que deberías poner de inmediato en la frontera.
Eres, Pedro Sánchez, Rey de Mierdas, de esos que practican a gran escala el timo moderno de la estampita que se ha dado en llamar solidaridad, según el cual se roba al del lado para hacerse el bueno y encima poner a parir al robado. Un timo que os pasará factura. Amas tanto a los pobres que los vas a crear por millones para vivir de su sufrimiento, sanguijuela parásita.
Eres, Pedro Sánchez, Rey Mierdas, el tonto de Europa. Ya ni Macron es capaz de sostener tus estupideces y habla de expulsiones rápidas de quienes no tienen derecho de asilo, de guantánamos en países de tránsito. Ya nadie habla de hundir su propia nación convirtiéndola en una sucursal de África. Tus ideas, tu falta de ideas, tu verborragia de chorras, de macarra, están periclitadas, fuera de lugar. Tus rollos de laicismo masónico y estúpido, de cojón de Soros, apestan.
Vas a provocar mucho sufrimiento. Vas a masacrar a los más indefensos. Vas a proletarizar a las clases medias. Vas a traer el hambre, pero la justa ira del pueblo te lo hará pagar. Vas a conseguir que el PSOE desaparezca, vas a ser el hazmereír de todos.
Con tu rollo maloliente del diálogo, con esa pose de pazguato, el de las sucias manos de expoliador, al final, es fácil aventurarlo, nadie te dirigirá la palabra ni a ti ni a la primera dama del trabajo basura.