AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


El asco y la indignidad de Luis Barcala

Redacción




Enrique de Diego.

Entre las declaraciones estúpidas y desafortunadas de las últimas décadas está la de la valoración por el alcalde de Alicante, Luis Barcala de la detención de Eduardo Zaplana. Sin el más mínimo respeto a la presunción de inocencia, Barcala aseguró que “situaciones como ésta me dan asco y vergüenza”.

Asco, la verdad, ha producido su investidura de penalti fuera del tiempo de juego mediante el voto en blanco de una tránsfuga de Podemos, Nerea Belmonte, que aparece asesorada y amiga para todo de una incompetente militante del PP, Elsa Martínez, ex del presidente local, Toño Peral, con el que comparte hipoteca y gastos de comunidad.

Elsa Martínez con Gerardo Camps, en la Ciudad de la Luz. /Foto: alicantecultura.com.

Luis Barcala proviene de Nuevas Generaciones así que, incluso eliminando de manera tan torticera la presunción de inocencia, debería estar curado de espanto. Además, Barcala ha formado parte del equipo de Sonia Castedo y nadie le vio vomitar ni tener las más mínimas arcadas, sino que demostró sentir muy poco asco y ninguna vergüenza. Y se le supone, con muchos indicios, a las órdenes del capo Enrique Ortiz y dispuesto a hacerle el juego sucio.

Fiesta de pijamas en Andorra./Foto: elmundo.es.

 

En fecha tan cercana como el 16 de abril, en el funeral de Antonio Fernández Valenzuela, el de Gráficas Díaz, Barcala saludó muy amable a Eduardo Zaplana, su ídolo del pasado.

Como si fuera un Robespierre de cuarta, ahora ha pedido “celeridad y ejemplaridad” a la Justicia. La celeridad sería conveniente, pero pedir ejemplaridad es una forma artera de linchamiento, como si estuviéramos ante uno de esos mediocres peperos actuales que sienten una mezcla de atávicos envidia y resentimiento hacia Zaplana.

NO TE LO PIERDAS:   Pedro J Ramírez repudia a Eduardo Zaplana y manipula a Albert Rivera

De manera arbitraria la cuñada de Barcala fue expulsada del Ayuntamiento por Gabriel Echávarri, pero es cuestión superlativa qué hacía allí y cómo entró la cuñada de Barcala. Son ese tipo de cosas que a los ciudadanos nos dan asco. Si se tiene en cuenta que la número dos de Barcala es la hija de Julio de España es un nepotismo vergonzoso y asqueroso. Barcala no está ni para tirar la primera piedra ni para dar lecciones de moral.

Barcala, en tu indignidad, tú sí produces un asco infinito.