Enrique de Diego.
La Audiencia Provincial de Madrid admitió el recurso de apelación y archivó la denuncia de violencia de género de Antonia Carrasco contra Germán Polo. La denuncia giraba en torno a una cita de Confucio contra la venganza que Antonia Carrasco entendió, de manera harto curiosa, como una amenaza de muerte y un cruce de mensajes, en el que los ofensivos provenían de Antonia. A raíz de ello, en redes sociales se hicieron comentarios, en un grupo privado. Antonia Carrasco llevó a los tribunales a doce personas. Algunas de las cuales habían hecho algún comentario genérico sobre la sentencia.
Primero les quiso llevar por injurias y calumnias con penas de cárcel, pero la Audiencia consideró que no había tal. Por delito leve de coacciones fueron juzgados Francisco José González Fernández, Francisco Zugasti, Javier Cabero, Víctor Manuel Bravo, José Germán Polo y Luisa Teresa Fernández de la Oliva. El resto, hasta el número de doce, no pudieron ser localizados por la Justicia.
El 30 de octubre de 2.017, la juez Inmaculada González Cervera, del Juzgado de Instrucción número 8 de Majadahona, dictó sentencia absolutoria. Consideró que «no se ha acreditado la perpetración del delito leve de coacciones». La sentencia sólo reseña un comentario concreto: «tía loca«. La juez destaca que los comentarios se habían hecho en un foro privado y a la denunciante sólo se la mencionaba de manera genérica.
Antonia Carrasco parecía tener un superlativo interés mercantil, pues solicitaba para cada una multa de dos meses a 6.000 euros de multa al día, más otros 6.000 euros de indemnización por daños morales. Hubiera sido una fortuna, pero perdió el juicio.