Luis Bru.
A la vista del éxito de la denuncia de la joven madrileña contra los cinco varones con los que mantuvo libremente sexo en grupo en Pamplona, el 7 de julio de 2.016, están proliferando las denuncias de violación por «manadas». Algunas han sido notoriamente falsas, como la de la joven de Villargarcía de Arosa, quien denunció que había sufrido un intento de violación, en diciembre de 2.017, tras asistir a una fiesta en una discoteca, y luego confesó que lo había hecho para evitar una bronca de sus padres. También se ha demostrado falsa la denuncia de una soldado del ejército del Aire del acuartelamiento Bobadilla, de Antequera, Málaga, quien dijo que había sido violada tras habérsele administrado burundanga. Los nueves soldados a los que se ha hecho la prueba de ADN se ha comprobado que no mantuvieron ninguna relación con ella.
Ahora en Murcia, otra mujer denunció haber sido violada dos veces por un grupo de tres varones, una vez en la calle y otra en casa de uno de ellos. Los tres han sido puestos en libertad con cargos y con orden de alejamiento, aunque uno permanece en prisión por otras causas pendientes. De forma manipulada los medios están afirmando que aducen que no es violación porque es prostituta. Ella ha aducido, también, que se le administró burundanga.
Patricio, uno de los acusados, ha manifestado que no hay ninguna duda sobre su inocencia: «Nosotros no le dimos nada. Ella nos llamó y vino por su propia voluntad«. Además, ha destacado que hay audios grabados de la joven que corroboran su versión y que «saldrán a la luz«. También ha indicado que la denunciante «es una alcohólica» y en ningún momento la forzaron a mantener relaciones sexuales.