AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Viktor Orbán basa su campaña en la confrontación con la injerencia mundialista de George Soros

Redacción




Virginia Montes.

Los cuatro líderes que se confrontan con Viktor Orbán en las elecciones del domingo aparecen en el cartel con un fotomontaje: son los “candidatos de Soros”. El Fidesz de Orbán –aspira a su tercera elección, y que en las encuestas se sitúa el primero con el 35% de los votos- ha planteado esta elección como una oposición directa a las imposiciones mundialistas e islamizadoras del multimillonario norteamericano de origen húngaro.

George Soros es el propietario de la Universidad Centroeuropea con sede en Budapest cuya finalidad es suministrar líderes para los países del antiguo telón de acero formados en el multiculturalismo y la corrección política.

George Soros. /Foto: adversariometapolitico.wordpress.com.

Orban y Hungría se han convertido en los principales escollos para las tesis y los planes de Soros. “Nuestra universidad quiere debatir y hacer propuestas sobre una sociedad abierta; queremos promover el pensamiento libre, las instituciones libres y la política libre”, decía Michael Ignatieff, rector de la Universidad Centroeuropea, en una reciente reunión con alumnos. “La idea liberal está siendo desafiada en todas partes, pero particularmente aquí, en este país y en la región centroeuropea”, dijo en inglés el canadiense Ignatieff ante un alumnado magiar e internacional.

En los carteles en los que se llama a votar a Orbán se combaten las tesis de Soros. Denuncian la injerencia en la política magiar y la “amenaza migratoria”. Orbán, de 54 años, es el principal adversario en la UE de la política de eliminación de fronteras que defiende Ángela Merkel. Ese segundo cartel condensa los dos grandes asuntos en que Viktor Orbán, de 54 años, ha basado su campaña electoral: la presunta injerencia de George Soros en la política magiar y la “amenaza migratoria” que representa, a su juicio, la llegada de miles de migrantes a Europa. Orbán defiende la Hungría cristiana frente a las pretensiones de islamizarla.

Sus políticas han traído una etapa de clara prosperidad para Hungría y han ido desactivando los últimos focos de resistencia del antiguo régimen comunista. Ha modificado el panorama político húngaro. En el cartel de Fidesz contra Soros figuran las fotos de dos líderes antagónicos, metidos en el mismo saco. Son Gábor Vona, candidato del antaño ultraderechista Jobbik –partido en pleno giro hacia una derecha más centrista, tras constatar que no puede competir con Orbán en el asunto de los refugiados–; y el izquierdista Gergely Karácsony, candidato conjunto de su partido, Párbeszéd (Diálogo), y del socialista MSZP. Jobbik, tercera fuerza en el Parlamento desde el 2010, compite ahora con Karácsony por la segunda plaza. De momento, los sondeos auguran a Jobbik el 20% de los votos, y a su rival el 17%.