Luis Bru.
El resultado de la autopsia establece que el niño Gabriel Cruz fue estrangulado el mismo día 27 de febrero, en el que desapareció en el trayecto entre la casa de su abuela y la de unos primos. En este sórdido crimen, todo indica, por ahora, que Ana Julia Quezada, compañera sentimental del padre de Gabriel, actuó en solitario.
Tal y como adelantó Rambla Libre en primicia nacional, la Guardia Civil grabó a Ana Julia cuando sacaba el cuerpo de Gabriel de un pozo, envuelto en una manta. El día de su detención, Ana Julia dejó al padre de Gabriel, Ángel Cruz, en un hotel de Las Negras, a tres kilómetros, y continuó sola en el vehículo hasta Rodalquilar, una población a siete kilómetros. Allí entró en una finca propiedad de la familia, conocida como «La Cañada de la Soledad«, donde los investigadores observaron como sacaba de un pozo el cuerpo del pequeño envuelto en una manta y lo metía en le maletero de su vehículo.
Acto seguido Ana Julia, en un desesperado viaje por ocultar el cuerpo del brutal crimen, viajó a 74 kilómetros de ese lugar, a Puebla de Vicar, donde vivía con el padre del niño. Cuando pretendía entrar en el garaje de la casa fue interceptada por la Guardia Civil y detenida.
Un dato de la autopsia al que se concede importancia es el hecho de que el cadáver se han encontrado restos de tierra. Una hipótesis es que Ana Julia cambiara de lugar el cadáver. Se ha reabierto la investigación respecto a una hija de Ana Julia, que murió de manera misteriosa en Burgos, cayendo desde un 7 piso, y que entonces se dictaminó como «muerte accidental» por el Cuerpo Nacional de Policía.