Miguel Sempere.
La última declaración de Mariano Rajoy respecto a su continuidad al frente del PP, y de la candidatura futura a la presidencia del Gobierno, ha sido realizada en Onda Cero y se ha querido ver en ella, por primera vez, matices importantes respecto a una leve duda. «Mi idea, a fecha de hoy, es intentar repetir de candidato, aunque tiene que querer mi partido. En la medida en que yo vaya viendo cómo se van produciendo los acontecimientos, intentará repetir como candidato«. Añadió que «creo que caminamos en la buena dirección«.
Es la primera vez, que Rajoy no hace una referencia directa y exclusiva a la cuestión económica, en donde su objetivo es que en 2.020 haya 20 millones de españoles trabajando, meta que hasta hace un par de meses se consideraba en los cuadros del PP que daría una victoria segura, sino que introduce un elemento político de evolución de los acontecimientos, en cuyo trasfondo, por supuesto, está la cuestión catalana. Con ella en primer plano de la actualidad y de la inquietud, no tiene sentido que Rajoy abra un debate sucesorio, debilitando su propio liderazgo.
Eso no lo va a hacer, ni tampoco el «partido«, va a ser quien quiera o no esa candidatura. El PP es una estructura cada vez más jerarquizada y más burocratizada y no queda resquicio para el debate. Pero sí hay muchos indicios de que el PP está ya en una etapa postRajoy y que el presidente del Gobierno es consciente de que su tiempo se agota en esta legislatura.
Fuentes solventes indican que Rajoy digitalizará su sucesión y que ese proceso pasa por el actual presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo. No deja de ser sintomático que éste sea prácticamente el único barón que se atreva a expresar opinión: «si Rajoy cree que su candidatura no es buena para el partido, probablemente decida no presentarse». Los cargos del PP, a fecha de hoy, en conversaciones privadas no esconden su temor a ser sobrepasados por Ciudadanos en las elecciones locales y autonómicas. Pero no lo van a hacer en público.
Luis de Guindos a Europa para que Feijoo desembarque en el Gobierno
Según fuentes de crédito, Rajoy y Feijoo tendrían desde hace tiempo un pacto para que el gallego desembarque en Madrid y sea el próximo candidato a la presidencia del Gobierno. Rajoy habría pedido a Feijoo que repitiera como candidato a la presidencia de la Xunta, para asegurar el feudo gallego, en el que existía un riesgo elevado de perder la mayoría absoluta. Se da por seguro que Alberto Núñez Feijoo no repetirá en las elecciones gallegas, que su tiempo en Galicia ha terminado. La operación consistiría en que entrara en el Gobierno de Rajoy para que adquiriera una mayor proyección nacional. La jugada diseñada consistiría en que Luis de Guindos diera el salto a Europa en un puesto de relumbrón, y espléndidamente remunerado, como la vicepresidencia del Banco Popular Europeo, y Feijoo lo sustituyera al frente de la Economía, recogiendo a su favor la mejor en los datos macroeconómicos y especialmente en el empleo.
«Feijoo quiere un desembarco a la búlgara, con todo el partido unido y cerrando filas en torno a él», explican personas que conocen bien al presidente de la Xunta de Galicia, «nunca se va a prestar a una confrontación interna«. La otra persona con capacidades y posibilidades para tomar el relevo de Mariano Rajoy es la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, aunque no planteará problemas. Los obstáculos están en Soraya Saénz de Santamaría y su poderoso lobby de abogados del Estado.