Yolanda Cabezuelo Arenas.
Venían siendo las Kardashian el súmmum de la vacuidad, con su incalificable reality donde reflejan el Star system way of life, cambio de sexo del patriarca Jenner incluído; pero al menos las Kardashian son monas y tienen estilo para crear tendencia.
Con esta manía de importar lo peor de las Américas, a falta de Kardashian family en España recurrimos a las Campos para una imitación del reality a lo Paco Martínez Soria; porque las Campos ni son las Kardashian ni pueden crear tendencia de estilo, por la sencilla razón de que no tienen ninguno.
La naturaleza ha sido además cruel a la hora de establecer diferencias entre las hermanas Campos. De un tiempo a esta parte se ha unido a la farándula Carmen Borrego, justo en el momento en que Terelu daba su bajón físico, en un «ahora es mi momento» que no entendió nadie, y con un afán de protagonismo también difícil de procesar; porque por mucho bajón que haya dado Terelu quien tuvo retuvo, pero quien no ha tenido nunca no puede más que ir a peor, y es una temeridad empeñarse en competencias.
El salto de Carmen Borrego al otro lado de la cámara para hacer sudar tinta a Terelu en programas de despelleje parece precisamente eso: un caso de libro de competencia entre hermanas, y suena a un «ahora te vas a enterar» madurado durante años de comparación odiosa.
Había que hacer las Américas y aterrizar en Nueva York con más equipaje que la Piquer, recreación incluida de Audrey Hepburn en «Desayuno con diamantes» ante el escaparate de Tiffany’s, como si en aquellos lares tuvieran idea de quiénes son las Campos. Una tontería de este calibre la hace Kris Jenner y tenemos a medio EEUU con vestido negro y moño italiano, pero Teresa Campos sólo consigue hacer un ridículo que ofende la consideración de toda una vida de carrera seria e impecable.