Miguel Sempere.
Ciudadanos, de Albert Rivera e Inés Arrimadas, es el gran triunfador de la noche electoral tanto en votos como en escaños; se va a la cifra histórica de 1.100.000 y a 36 escaños. Victoria pírrica, pues la aritmética da de nuevo mayoría absoluta al bloque independentista y sitúa el escenario en la posición de una vuelta de Carles Puigdemont a la presidencia de la Generalitat, pues Juntos por Cataluña, contra todo pronóstico aunque no de manera imprevisible, gana su particular pulso con Esquerra. Carles Puigdemont obtiene 34 escaños, mientras Esquerra alcanza 32. No hay otra posibilidad de Gobierno que una reedición del independentismo. No es posible ni un Gobierno constitucionalista ni un tripartito de izquierdas.
La línea centrada de Miquel Iceta consigue mejorar en un escaño los resultados del PSC, hasta los 17, pero queda fuera de juego. No es decisivo ni necesario. Pero pintan las cosas para la marca blanca de Podemos que desciende en votos y escaños, hasta 8, y tampoco tendrá la llave de la gobernabilidad. Podemos inicia una clara decadencia, que le llevará a la marginalidad.
La CUP se hunde hasta el abismo de los 4 escaños, pero sigue siendo imprescindible, lo que volverá a tensar la escena política catalana.
El gran derrotado es el PP de Xavier García Albiol que se abisma hasta los 4 escaños y que ve como es sustituido por Ciudadanos en el bloque constitucionalista. Y desde Cataluña la amenaza se va a extender por toda España.