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SOS: España no es África

Redacción




La patera arribada a la playa poniente de Benidorm.

Miguel Sempere.

Sigue la avalancha de inmigrantes ilegales que están llegando desde Argelia a las costas mediterráneas de España, que se ha convertido en el destino preferente, sustituyendo a Grecia e Italia. Los destinos de desembarco se están, además, ampliando. En la madrugada del día 21, a las 2,30 horas, en la Playa de Poniente de Benidorm desembarcó una patera con ocho argelinos, dos de ellos adolescentes. El día 19, una patera con otros 11 llegó a Torrevieja y otra a Benitatxell, aunque el lugar preferente sigue siendo Cartagena.

El año pasado llegaron a España 14 pateras, mientras en los últimos días ese número ha sido ampliamente superado en cada uno de los días. Recientemente, las autoridades de Murcia, en un gesto de absoluta irresponsabilidad, pusieron en la calle a ochenta argelinos ante la imposibilidad de documentarlos, lo que ha provocado un efecto llamada.

El mayor control de las costas libias ha hecho que España sea el nuevo coladero. Las fronteras de España son consideradas las más débiles por las mafias de traficantes de inmigrantes ilegales, que han bajado el precio de destino a España hasta los 600 euros de media.

Desbordadas todas las instalaciones oficiales de Murcia, diversos juzgados autorizaron el traslado al centro penitenciario de Archidona, Málaga II, que todavía no ha sido inaugurado, lo que ha sido criticado por diversas ONG que tienen en los ilegales su propio negocio.

Argelia no colabora en frenar el flujo migratorio, por el que exporta excedentes de población. Los consulados de Argelia en Barcelona y Alicante no suelen documentar a sus nacionales que llegan a las costas españolas.

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Un suicida buenismo está haciendo que la oleada sea creciente. España asiste a una auténtica avalancha de pateras.