Virginia Montes.
Daesh sólo controla pequeñas zonas desérticas de Iraq en la frontera con Siria, territorios que representan apenas el 4% del territorio iraquí. Tras la toma de Rawa, el viernes, no tiene en su poder ninguna ciudad de importancia. Los combatientes del cruel califato islámico no presentaron batalla, sino que se limitaron simplemente a huir, con una completa falta de moral de combate. El grupo terrorista no ha hecho más que perder, en este mes, localidades claves como Rumana en Iraq o Al Bukama en Siria, donde controla apenas el 5% del territorio.
Las operaciones militares se centran en desalojar a los últimos combatientes de esas zonas desértica, de modo que tanto el alta mando iraquí como la coalición internacional liderada por Estados Unidos dan a Daesh como derrotado. “Militarmente, el Estado Islámico es derrotado, pero ahora buscaremos sus residuos para erradicar su presencia”, ha afirmado el general Yahya Rassoul, portavoz del comando militar iraquí tras el anuncio de la victoria en Rawa. En el mismo sentido, el representante de Estados Unidos en la coalición internacional contra el EI, Brett McGurk, ha asegurado en su cuenta de Twitter que “los días del falso califato están llegando a su fin”.
